El nuevo presidente del Episcopado dijo que quiere contribuir a cerrar la grieta

El nuevo presidente del Episcopado dijo que quiere contribuir a cerrar la grieta

Son declaraciones de monseñor Oscar Ojea.  La Iglesia debe contribuir a la cultura del encuentro", dijo.

En sus primeras declaraciones tras haber sido electo presidente del Episcopado, el obispo de San Isidro, monseñor Oscar Ojea, dijo que uno de los ejes de su gestión será tratar de contribuir a cerrar la grieta ideológica que divide a los argentinos. “La Iglesia debe contribuir a la cultura del encuentro, a un diálogo entre los argentinos, que podamos sentarnos a una misma pese, que podamos escucharnos y podamos ir superando heridas que no nos están haciendo nada bien”, señaló Ojea.

Ojea dijo que el primer desafío de su gestión será “la conversión pastoral, el profundo encuentro con Jesucristo que nos mueva a esa conversión misionera que supone renovar estructuras caducas de la Iglesia para hacerlas auténticamente misioneras”.

“En segundo lugar -añadió el religioso- tomarnos en serio la propuesta del cuidado de la vida que nos presenta el Santo Padre en (la encíclica) ‘Laudato si’, ante la cultura de la violencia, porque tenemos que cuidar la Casa Común y el desarrollo humano integral”.

En declaraciones al programa “Caminos de Encuentro”, que se emite por Radio Maria, Ojea citó como tercer lineamiento contribuir a la cultura del encuentro, además de contribuir a la unidad de la Iglesia y a que tenga “una sola voz”.

Ojea, un obispo de máxima sintonía con Francisco, que era -además- presidente de Cáritas, fue elegido este martes por el centenar de obispos de todo el país que sesiona hasta mañana en la casa de retiros El Cenáculo, de Pilar.

Su elección se produjo luego de que en la primera vuelta el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Poli, resultara el más votado, aunque sin llegar a dos tercios requerido, pero anunciara su decisión de excluirse.

La elección de Ojea –el primer no arzobispo que llega a la presidencia del máximo organismo eclesiástico nacional- implica para los observadores el comienzo de una nueva etapa en la Iglesia en el país.

Incluso, algunos creen que su gestión podría allanar el camino para la concreción de la demorada visita del Papa a la Argentina, si es que consigue poner a la Iglesia más en sintonía con Roma y achicar la brecha.

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