El dirigente también expresa que "Es nuestro deber de dirigentes expresar nuestra disconformidad por el cierre que decreta el Juez Rafecas sobre la causa".

Esta carta parece ser la primera de una larga lista de instituciones que recibieron al magistrado tiempo atrás con todos los honores, hoy ya hablan de “dolor y disconformidad” por su accionar.

La Comunidad Educativa Weitzman expresó hoy su “dolor y disconformidad” por la decisión del juez Daniel Rafecas de no reabrir la causa para investigar la denuncia que presentó el fiscal Alberto Nisman antes de morir.“El 23 de mayo de 2012 invitamos al juez Rafecas a la Comunidad Educativa Weitzman para que presentara su libro ‘Historia de la solución final’. Preparamos un evento para recibirlo, hablamos de su texto, de su trayectoria. Nos inspiraba respeto. Creímos en su afinidad con las instituciones judías y con las causas que mueven a las personas que las constituyen. Creíamos que como todo juez buscaba la verdad, que como todo juez comprometido sabía que la verdad es innegociable. A veces los dirigentes nos equivocamos. Siempre –por suerte- tenemos la oportunidad de decirlo. Lamentamos que sea la indignación la que nos impulsa”, manifestaron la secretaria general de la Comunidad Educativa Weitzman, Delia Sisro, y el presidente de la institución, Pablo Colman Lerner, a través de una carta. Rafecas resolvió no hacer lugar a la petición de la DAIA de reabrir la investigación relacionada con la denuncia que, en enero de 2015, presentó Nisman. Luego del rechazo, el juez concedió las apelaciones contra su resolución, por lo que el caso será revisado nuevamente por la Cámara Federal porteña e incluye el recurso presentado por el fiscal Gerardo Pollicita. “El mismo juez que denunció y realizó ese día un recorrido histórico hasta explicar lo inexplicable –la Shoá- es el mismo que dijo que no, que la causa por la que Nisman arriesgó su vida no debe reabrirse, que parece que no es necesario saber por qué murieron entonces 86 personas en total y muchas otras quedaron desgarradas”, destacaron en referencia al atentado a la AMIA. Asimismo, expresaron “lo inexplicable, la indignación, la impotencia por la acción del juez, pero también por el silencio de todos los que debemos salir a decir algo”. En 2012, el juez había presentado su libro sobre el Holocausto en muchas otras instituciones, por lo que esta misiva podría incentivar a otras a manifestarse. “Cualquier persona que se precie de buscar la verdad, de apasionarse por la justicia, celebra ante la mínima posibilidad de seguir buscando, ante la mínima tentativa de un indicio. Si esto no sucede, si se tiene en las manos esa oportunidad y se la niega y por ende se la obtura a toda la sociedad, tal vez tema encontrar algo. Tal vez no quiera. Tal vez no le importe tanto la justicia como el poder. Y por cierto, son dos cosas distintas. Es nuestro deber de dirigentes expresar nuestro dolor y disconformidad por el cierre que decreta el juez Rafecas sobre la causa. Esa es una muerte que no queremos aceptar. La verdad no puede ser asesinada”, concluyeron. Rafecas carga con un pedido de Juicio Político presentado por el diputado del Pro y ex vicepresidente de la DAIA, Waldo Wolff, por “mentiras, intimidaciones, hostigamiento y hasta una amenaza de muerte”.