Ningún funcionario del gobierno nacional asistió ayer al acto en homenaje a Alberto Nisman que organizaron en conjunto la Daia y la Amia, frente a la sede de la mutual judía ubicada en Pasteur al 600.

Con una nutrida presencia opositora, los presidentes de ambas entidades exigieron el esclarecimiento de la muerte del fiscal ocurrida el domingo, y volvieron a pedir justicia por las víctimas del atentado cometido en 1994.

La calle se encontraba completamente vallada y el personal de seguridad desplegado sobre los accesos le iba pidiendo a todos los que ingresaban el contenido de sus bolsos.

El público llevaba carteles con el lema “Justicia” y “Yo soy Nisman” y en todo momento culparon al gobierno nacional por la muerte del fiscal, en lo que fue la segunda marcha, muy concurrida, tras su fallecimiento.

“¡Asesina!”, gritaron los manifestantes en repetidas oportunidades, incluso en el momento en que los titulares del Amia y la Daia estaban diciendo discursos.

“Lo asesinaron”, le aclaraban a los presidentes de las entidades cuando se referían a la “muerte” de Nisman. Y reclamaron la renuncia del Canciller, Héctor Timerman, uno de los principales denunciados en la presentación que hizo en la Justicia el fallecido fiscal.

La presencia de algún funcionario del gobierno nacional, o miembro del oficialismo, hubiera provocado el repudio de los presentes, ya que fueron el principal blanco de las críticas.

“Cuando fuimos al Congreso por el memorándum con Irán, fuimos a hablar, no con los tapones de punta”, disparó el presidente Julio Schlosser, en referencia a lo que había dicho la diputada ultrakirchnerista Diana Conti sobre la orden de que les dio Cristina para la audiencia en el Congreso en la que Nisman iba a exponer su denuncia.

Schlosser reclamó que no se "mire para otro lado" en las investigaciones sobre el atentado a la AMIA, y advirtió que van a "controlar" y "decir lo que no se debe hacer" al respecto.

"La gente está cansada de no tener justicia", sostuvo durante el homenaje convocado bajo el lema “Por la Verdad y la Justicia”.

El dirigente de la DAIA planteó que el objetivo no son las "respuestas" sino la "verdad", y afirmó que Nisman es "irremplazable".

“No vamos a permitir que vuelva a morir otro fiscal”, aseguró.

Por su parte, el presidente de la AMIA, Leonardo Jmelnitzky reclamó que no haya más "supuestos, rumores ni trascendidos" alrededor de las investigaciones, sino "verdad".

 "Su muerte constituye un duro golpe a la investigación, sin embargo y a pesar de ello, en estos momentos queremos expresar tan enfáticamente como sea posible que no permitiremos que la muerte del fiscal Nisman sea la muerte de la causa AMIA", sentenció. 

"Es muy angustiante vivir en un país donde cualquier hipótesis, por más disparatada que parezca, a todos nos resulte verosímil", dijo Schlosser.

El dirigente de la AMIA reclamó además a "todos los poderes del Estado que se redoblen los esfuerzos por esclarecer el caso" de la muerte de Nisman y "llegar a que todos los responsables rindan cuentas en la Justicia", además del mantenimiento de las "investigaciones" y el "equipo" de Nisman.

Sobre el final, un joven agregó un papel con el nombre del funcionario judicial en el mural de la Amia que tiene la lista de las del atentado.

El acto contó con la presencia del jefe de gobierno porteño Mauricio Macri y su ministro de Cultura, Hernán Lombardi, y los diputados del PRO Federico Sturzenegger y Patricia Bullrich.

Por el radicalismo, asistieron el titular de la UCR Ernesto Sanz, el ex vicepresidente Julio Cobos, el diputado Ricardo Alfonsín y el actor Luis Brandoni.

Asimismo, participaron el titular del gremio de los peones rurales, Gerónimo “Momo” Venegas y el gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota.

También el massismo dio el presente, por medio de los diputados José Ignacio De Mendiguren, Darío Giustozzi, Francisco De Narváez y Adrián Pérez.

Por último, se pudo ver al titular de la Sociedad Rural, Luis Miguel Etchevehere, y a la ex diputada Victoria Donda con su hijo en brazos.