Nicaragua: Ortega castiga con recorte presupuestario a Iglesias

Nicaragua: Ortega castiga con recorte presupuestario a Iglesias

La medida alcanza tanto a instituciones católicas como evangélicas. Estiman que la quita de fondos es de más del 42% de lo asignado antes de la crisis e impacta en 73 instituciones religiosas y culturales.

Mientras a la Asamblea Nacional, al Consejo Supremo Electoral y al Ministerio de Defensa el gobierno de Daniel Ortega ordenó aumentar sus asignaciones presupuestarias, a decenas de iglesias católicas y evangélicas de todo el país el Ejecutivo orientó quitarles fondos, según se lee en el proyecto de reforma al Presupuesto General de la República 2018 que fue aprobado este martes por los diputados, en su mayoría sandinistas.

Entre iglesias católicas y evangélicas, así como algunas fundaciones, el recorte afectará a 173 instituciones religiosas y culturales, para una reducción global de más del 42 por ciento de lo destinado antes de la crisis.

En un primer bloque el gobierno de Ortega agrupa a centros religiosos cristianos evangélicos, así como otras asociaciones sin fines de lucro. A este grupo de 79 entidades —en su mayoría iglesias evangélicas—, se le quitó 9.96 millones de córdobas (311.000 dólares). En el anexo de la reforma al presupuesto 2018 se observan recortes que van desde los 50.000 hasta 50.000 (1.560 a 15.600 dólares) en cada una de las asociaciones e iglesias evangélicas afectadas por el ajuste.

En un segundo grupo hay 94 parroquias y santuarios católicos, incluida la Arquidiócesis de Managua, las que en su conjunto sufren un recorte por 8.87 millones de córdobas (277.000 dólares)

De todas los templos y las parroquias católicas que verán reducir sus ingresos, la arquidiócesis de Managua será la más impactada con un recorte de 800.000 córdobas (casi 25.000 dólares).

La Iglesia católica ha sido fuertemente crítica a la represión que el Gobierno ha desatado contra los civiles desde abril de este año, que ha dejado como saldo más de cuatrocientos asesinados, miles de heridos y desaparecidos.

Además el presidente designado por el poder electoral, Daniel Ortega, está en guerra abierta contra la Iglesia católica, a cuyos obispos tilda de “golpistas” por apoyar la propuesta de la sociedad civil de adelantar elecciones para poner fin a la crisis que atraviesa el país desde hace más de cien días.

Lo anterior a pesar que Ortega invitó a los obispos de la Conferencia Episcopal que mediara el diálogo nacional.

Ante la posición de la Iglesia católica, Ortega ha ordenado la profanación de templos, que es ejecutada por simpatizantes sandinistas, que roban en las iglesias.

En pleno apogeo de la represión gubernamental, los templos católicos fueron centros de refugio para los civiles que huían de las balas de la Policía y paramilitares.

Por su parte, la Iglesia evangélica exigió el fin de la represión y llamó a la paz, aunque no todas han condenado abiertamente el crimen de Ortega contra civiles

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