Negociar la paz depende de palestinos, afirma Pence

Negociar la paz depende de palestinos, afirma Pence

“La puerta está abierta”, dice; huelga contra la visita del vice y traslado de embajada.

El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, dijo ayer martes que el momento oportuno para la consecución de una esperada iniciativa de paz estadounidense para Medio Oriente depende del regreso de los palestinos a las negociaciones.

Los asesores del presidente Donald Trump han estado trabajando en el borrador de un plan por algún tiempo. Pero los palestinos descartaron a Estados Unidos como un mediador para la paz después del reconocimiento por parte del mandatario estadounidense el 6 de diciembre de Jerusalén como capital de Israel.

“La Casa Blanca ha estado trabajando con nuestros socios en la región para ver si podemos desarrollar un marco para la paz”, dijo Pence a Reuters en una entrevista en Jerusalén en el último tramo de su viaje de tres días a Medio Oriente. “Todo depende ahora de cuándo volverán los palestinos a la mesa (de negociaciones)”.

La decisión de Trump sobre Jerusalén indignó a los palestinos, provocó protestas en Medio Oriente y preocupaciones entre países occidentales de que pueda desestabilizar aún más a la región.

Pence afirmó que él y Trump creen que la decisión, en virtud de la cual Estados Unidos planea trasladar su embajada en Israel desde Tel Aviv a Jerusalén, mejoraría las perspectivas para la paz.

Pence discutió sobre el tema de Jerusalén en conversaciones con el presidente de Egipto, Abdel Fattah al-Sisi, el sábado y con el rey Abdullah de Jordania el domingo. Agregó que ambos líderes acordaron comunicar a los palestinos que Estados Unidos está dispuesto a reanudar las negociaciones para la paz.

“Queremos que (los palestinos) sepan que la puerta está abierta. Entendemos que no están contentos con esa decisión, pero el presidente quería que comunicara nuestra disposición y el deseo de ser parte del avance del proceso de paz”, comentó Pence.

Además dijo que el Departamento de Estado de comunicará en las próximas semanas los detalles de un plan para trasladar su embajada a Jerusalén hacia fines de 2019.

Medios israelíes han especulado que un traslado de la embajada en 2019 podría ayudar al primer ministro Benjamin Netanyahu a ganar una reelección en comicios programados para noviembre de ese año.

Al ser consultado si esperaba que Netanyahu fuera reelecto, Pence respondió: “Soy un fuerte partidario de Benjamin Netanyahu, pero no voto”.

Rechazo.

La visita de Pence suscitó la reacción adversa en Cisjordania, donde se realizó una huelga de 24 horas, en tanto hubo manifestaciones de plaestinos en varias ciudades como Hebrón, Ramala, Belén y Al Bireh. “Las posiciones extremistas del gobierno de Estados Unidos y del mensaje bíblico mesiánico de Pence no solo descalifican a ese país como mediador para la paz, sino que crean las condiciones volatilidad e inestabilidad en la región y más allá”, declaró la dirigente palestina, Hanan Ashrawi. Agregó que Pence plantea “una realidad ficticia” y considera que “el apoyo ciego del gobierno estadounidense a Israel supone un golpe mortal a las oportunidades de paz”.

En los actos finales de su gira, Mike Pence se recogió ante el Muro de los Lamentos, en Jerusalén y depositó una ofrenda floral en el memorial de Shoah.

Pence se recogió en esta jornada ante el Muro de los Lamentos, sitio sagrado del judaísmo, como lo había hecho Donald Trump en mayo pasado.

Pence, tocado con una kipá negra, apoyó por unos instantes una mano sobre el muro y, siguiendo la tradición, deslizó un trozo de papel en una de las junturas entre las antiguas piedras erosionadas por el tiempo.

Estos papeles habitualmente contienen plegarias o deseos. “Una verdadera fuente de inspiración”, dijo.

“Es un gran honor rezar en este lugar sagrado. Dios bendiga al pueblo judío y Dios bendiga siempre al Estado de Israel”, escribió en el libro de honor del sitio sagrado. Su mujer, Karen, lo hizo en la parte reservada a las mujeres.

El vicepresidente recibió un candelabro de regalo fabricado especialmente para él.

Pence, ferviente cristiano evangelista, siguió así los pasos de Donald Trump: en mayo de 2017, se había convertido en el primer presidente estadounidense en ejercicio en realizar el gesto. La sensibilidad de este asunto explica que Pence se hiciera acompañar sólo por el rabino del muro, Shmuel Rabinovitz, pero no así por dirigentes políticos israelíes.

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