Durante el último tramo de la campaña, el intendente de Necochea, el massista Facundo López, apostó al crecimiento de la lista local apelando al corte de boleta. La estrategia ya le había resultado en la elección del 2015, donde logró torcer los números de las primarias. En esta rueda electoral, si bien pudo hacer crecer el caudal de votos para los candidatos distritales, el respaldo no fue suficiente como para superar a Cambiemos que, tras sortear las divergencias internas, finalmente se quedó con la victoria.

En agosto, Cambiemos quedó con el primer lugar al obtener 27402 votos, sumando las dos listas. Segundo se ubicó el frente Unidad Ciudadana, con 12736 voluntades. Relegado en el tercer lugar apareció 1País, es decir la lista oficialista, que sumó 10054 voluntades.

Estas posiciones recordaron la performance que el ahora intendente tuvo en 2015 cuando también quedó tercero en las primarias. En aquel año, en las generales dió vueltas aquellos números y se impuso en las urnas. La estrategia para lograr el triunfo que lo llevó al sillón municipal fue el corte de boleta, logrando alrededor de 10 mil votos más que el candidato a presidente por la alianza electoral Unidos Por Una Nueva Alternativa, Sergio Massa.

Atentos a los magros resultados que las últimas PASO proyectaron para los candidatos de 1País, entre agosto y este domingo el oficialismo puso en práctica la misma estrategia. Según fuentes cercanas al intendente, se apuntó a sumar los votos de los simpatizantes de Cambiemos en el orden nacional, desencantados con los candidatos que ese espacio eligió en el orden distrital.

La iniciativa tuvo un éxito parcial. López si bien logró crecer a nivel local no le alcanzó para posicionarse primero y arrebatarle el triunfo a Cambiemos.

Según los datos del escrutinio provisorio la lista que a nivel local encabezó DiegoLópez Rodríguez obtuvo 15.129 votos, 7.393 sufragios más que la nómina que lideró Sergio Massa y 7.023 más que la nómina de candidatos a senadores provinciales que integra su hermana, Jimena López.

Sin embargo, esos guarismos no alcanzaron para superar a Cambiemos que volvió a imponerse en las urnas con 24.943 votos.

Para imponerse, este frente tuvo que superar la interna cristalizada en las urnas en agosto. El presidente del puerto de Quequén, el momista Arturo Rojas logró imponerse sobre su adversario interno, el radical Gonzalo Diez, por 128 votos, quien no pudo integrar la nómina final luego que la junta partidaria de Cambiemos desconociera el fallo de la Junta Electoral que ordenaba priorizar la voluntad popular sobre la alternancia de sexos en la conformación final de las listas, tal como lo indica la ley de Paridad.

La postulación de Arturo Rojas, respaldado por la UATRE y los diputados Martín Domínguez Yelpo y Roberto Rago, fue resistida por un sector del radicalismo por considerar que se trata de representantes del peronismo.

De hecho, en el marco de las disputas, un día después de las PASO, los boina blanca encolumnados detrás de Diez intimaron a Rojas a que optara entre “seguir ocupando el cargo de presidente del Consorcio de Puerto Quequén o encabezar la lista de concejales” y pusieron como ejemplo la decisión de otros candidatos de Cambiemos que renunciaron a los cargos ejecutivos, como Esteban Bullrich, Julio Martínez y José Cano.