El Museo del Holocausto inauguró tres muestras sobre la Shoá en la UCA

El Museo del Holocausto inauguró tres muestras sobre la Shoá en la UCA

Al anochecer del miércoles 17 de agosto quedaron inauguradas tres muestras presentadas por el Museo del Holocausto en el Pabellón de las Bellas Artes de la Universidad Católica Argentina (UCA): “Genocidios de Siglo XX”, “Los Salvadores e Identidad” y “Retratos de testigos de la Shoá”, acompañadas por una serie de objetos pertenecientes al acervo del Museo.

La primera de ellas es una muestra que efectúa un recorrido de los horrores perpetrados de algunos de los genocidios del siglo XX; la segunda es un relato sobre la valiente determinación y el compromiso moral de distintos individuos que salvaron la vida de muchos judíos durante la Shoá; y la tercera son fotos actuales correspondientes a sobrevivientes del Holocausto, acompañadas por una síntesis biográfica y un fragmento del relato de su desgarradora experiencia durante la Shoá.

El presidente del Museo del Holocausto, Gustavo Sakkal, agradeció a las autoridades de la UCA, en especial a la directora del Pabellón de las Bellas Artes, Cecilia Cavanagh, y a Emilio Pintos, por haberles abierto la posibilidad de efectuar las muestras. Además, resaltó la colaboración que le prestaron al Museo el fiscal Alberto Gentili y el juez Franco Fiumara. Asimismo, destacó la participación de los representantes diplomáticos de España, Austria, Suecia y Francia.

“Cabe destacar la importancia de poder trascender y cruzar las fronteras de nuestra casa, lo que es el Museo en sí mismo, Montevideo 919, donde se lo puede visitar, saliendo hacía el público y estar en un lugar como es la UCA. Para nosotros tiene un significado trascendental”, resaltó Sakkal.

También, el presidente del Museo del Holocausto señaló que la reciente visita del papa Francisco a Auschwitz demuestra la importancia que le da la Iglesia a la temática de la Shoá: “Son hechos que no debían haber existido, pero lamentablemente han sucedido. Nuestra misión es tratar de mantener y cumplir con nuestro deber de memoria, explicarlo y difundirlo, sobre todo a los jóvenes para tener la esperanza de que nunca más se repitan”.

Por su parte, Gentili se refirió al valor de las personas y las individualidades, pues “sin ninguna duda las víctimas de la Shoá y de cualquier genocidio fueron personas, individuos; fueron entes que tenían en sí todas las posibilidades en cada uno de ellos, y cada uno era distinto al otro; y reafirmar el carácter de personas de las víctimas de los genocidios es, quizás, la actitud de mayor resistencia que uno puede tener hoy en día de recuperar, volver a nombrar por su nombre, mencionar su historia de cada una de las víctimas e inclusive de los sobrevivientes de la Shoá”. 

“Los genocidios, y la Shoá en particular, fueron un proyecto de olvido, de hacer desaparecer de la faz de la tierra a un grupo humano. Y la mejor actitud para contrariar ese proyecto nefasto es rescatar el valor y el carácter de lo humano de cada una de ellas [las víctimas] y en relación con esta idea también mencionar qué valor tiene nuestra actitud como ser humano, con nombre y apellido, de lo que puede ser una revisión o una vuelta atrás en el mundo. Aquí cada uno de nosotros puede hacer mucho para que esto no ocurra, sin alcanzar la estatura de los justos de las naciones, pero sin dejar pasar el chiste o el comentario lateral a los dolientes, la discriminación, diferenciar el fervor religioso del fanatismo, defendiendo la idea de la diversidad, ante la idea de una verdad única y totalizante. En definitiva, rechazando que una bandera negra esté ondeando arriba de nuestras cabezas”, añadió.

Por otro lado, Emilio Pintos, profesor de Moral y Compromiso Social en la UCA y especialista en Doctrina Social de la Iglesia, en Genocidios y Holocausto, manifestó que el compromiso social es no aceptar el mal, pues “la maldad radical es producto del hombre común, porque es fácil tipificar que hay un hombre malo y todas las cosas que nos pasan son por el hombre malo, pero no es así. Todos los días tenemos que aprender a ser justos, actuar como buenos”. 

“Mi idea es, en los casi 20 días que vamos a exhibir la muestra, traer a los jóvenes, a los alumnos para que conozcan, se interesen y vean qué pasó con las personas de carne y hueso y esto es más elocuente que todas las horas de cátedra y los textos que le pueda dar”, afirmó e informó que durante la exhibición de las muestras se desarrollarán diversas actividades, entre las cuales se cuentan con sobrevivientes que darán sus testimonios.

Concluida la inauguración de las muestras, y mientras a los presentes se les servía un vino de cortesía, la directora del Pabellón de las Bellas Artes, Cecilia Cavanagh, quien ocupa ese puesto desde su apertura, hace casi 14 años, expresó en diálogo con la Agencia Judía de Noticias (AJN) cuál es el sentido de que la UCA tenga un pabellón destinado a las artes: “Nosotros no tenemos una carrera de Bellas Artes, y en el Pabellón se pueden decir muchas cosas, sin decirlas en realidad. En todos estos años la muestra más importante fue la de los textos bíblicos, por las piezas que se trajeron, que pertenecen al Museo de la Biblia de Oklahoma, Estados Unidos. Al ser está una universidad, es muy amplia nuestra variedad de muestras, que programamos durante el año, y a veces la Universidad nos pide una muestra especial”.

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