El fiscal general recurrió al máximo tribunal para solicitarle que esa causa pase al fuero federal por su “gravedad institucional”, dado el carácter del difunto y de la pesquisa que lideraba, ya que entiende que su desempeño en la misma habría motivado un eventual homicidio.

“En relación a la gravedad institucional, la Corte Suprema de Justicia de la Nación aceptó la procedencia del recurso extraordinario en casos en que […] estaban involucrados los intereses de la comunidad […], como claramente se configura” en el presente, escribió en el marco del incidente N° 5 de la causa N° 3559/2015, caratulada “Garfunkel, Sara s/incidente de recurso extraordinario”.

Si bien Sáenz se remitió al recurso que oportunamente presentara en Casación, agregó que “entiende que la sucinta motivación de la denegatoria de acceso al recurso extraordinario federal, además de ser absolutamente dogmática, carece del necesario análisis que ameritaban las cuestiones federales planteadas y fundadas debidamente por esta parte”.

A su juicio, la resolución de la Sala de Turno del 29 de agosto “no se funda en la pretendida ausencia de la cuestión federal invocada, sino que recurre a una remisión forzada a precedentes legales que no se aplican al presente”, además del hecho que “la competencia y jurisdicción del tribunal de Casación se encuentra limitada a la revisión de las condiciones de admisibilidad formal, encontrándosele vedado adentrarse en el análisis de los agravios invocados”.

“Se desprende de lo expuesto que la resolución que rechaza el recurso extraordinario deviene injusta y arbitraria”, insistió el fiscal general.

Cabe recordar que la jueza de Instrucción Fabiana Palmaghini había remitido la causa a la Justicia federal, pero la defensa de Diego Lagomarsino, imputado por haberle entregado a Nisman el arma del cual salió el balazo que lo mató, apeló a Casación y ésta le devolvió el expediente a la primera, el 16 de junio.