Mourelle: “ahora soy yo, quién hace retención de tareas”: no pagarán días de medida de fuerza a municipales ni cobrarán empleados de los concejales

Mourelle: “ahora soy yo, quién hace retención de tareas”: no pagarán días de medida de fuerza a municipales ni cobrarán empleados de los concejales

Una lectura lineal, rápida y de elementos objetivos, concluye en que la  responsabilidad política de la oposición por un lado, y la sindical por el otro, dejó la pelota en el campo que les compete y que no la tienen fácil de devolver. El funcionario clave ya alertó, en reducidos círculos, que esa es su decisión y que la pelea (como el show) debe continuar.

 

El híper polémico secretario de Hacienda, Hernán Mourelle, se cargó a las intrigas palaciegas, a la oposición propia y extraña, a la política a cualquier precio,  a los designios de la gobernación y al papel de articulador farsante y sin pruritos del multimedios que ordena las falanges K.

Con sólo 72 horas hábiles, para que se extinga administrativamente el 2018, este fenomenal introito está lejos de hallar un punto de equilibrio. Se supone, que si se cumplió con total acatamiento  “la retención de tareas” dispuesta por el STM, no se pudo practicar la correspondiente liquidación de haberes. Como tampoco poner en marcha el dispositivo de depósito y acreditación de valores, en el Banco de la Provincia de Buenos Aires, para abonar en término como se vino haciendo los últimos meses.

Salir de “patada voladora” a enfrentar a quienes ganan los fierros de la calle y la enjundia circense que organizan los concejales, no resulta común ni es todos los días y representa quizás el reclamo más fuerte que sufre el hombre que descansa en Villa La Angostura: la falta de acción para terminar con beneficios y privilegios.

¿O acaso no lo son, los anacrónicos estatutos de trabajadores municipales? Hay que llevarlos a la confrontación de los 130.000 trabajadores de General Pueyrredon, escoltas del peor ranking de empleo y segundos en la estadística nacional, rubro por rubro. Hay dirigentes sindicales y políticos que están viendo la foto  y no la película.

Por otra parte, casi en la aberración práctica, en el Concejo Deliberante se anoticiaron que estaban excedidos en las partidas asignadas. Se cree y con fundamentos, que nadie estaría dispuesto a firmar un giro en descubierto para que cobren en el deliberante. La venganza es un plato que se sirve frío.

 No es casual, que lo que se arregla mediante un llamado telefónico interno, comúnmente levantando un tubo y sin gastar pulsos, se haya llevado a una instancia pública que dejó en ridículo al titular del cuerpo deliberativo. La paradoja es que Sáenz Saralegui en 2015, era un apóstol del intendente.

No han faltado quienes advierten y deslizan que el futuro del provocador por excelencia del D.E. tenías las horas, en algún momento, y los días contados, en otros, también que lo habían llamado a silencio, nada de eso ocurrió. Por el contrario, hubo un sugestivo y conciso mensaje allá por el 29 de agosto que lo decía todo: “Hay un intendente en funciones que votó la gente de Mar del Plata en 2015, al menos hasta el 10 de diciembre de 2019, el intendente es Arroyo”.

(NdR) ¿Les alcanzará la nafta a los desestabilizadores más destituyentes de turno? Salvo los que están jugados y sin fichas, ¿Correrán el riesgo de poder morir en el intento?  Mientras tanto podrá observarse, cómo la falta de sentido común interviene para seguir echando tierra sobre Mar del Plata, luego de haber cavado su tumba desde la política, previamente al 2015.

Jorge Elías Gómez

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