Monseñor Uriona: “Estoy a su disposición, no me dejen solo”

Monseñor Uriona: “Estoy a su disposición, no me dejen solo”

El obispo electo de la diócesis de Villa de la Concepción del Río Cuarto, monseñor Adolfo Uriona FDP, brindó una conferencia de prensa a su llegada a la ciudad del sur cordobés en la que refirió a los desafíos de esta nueva etapa pastoral que comenzará el viernes 19 de diciembre, con la misa de toma de posesión episcopal. También habló del flagelo de la droga y cuáles serán los pedidos que transmitirá a los sacerdotes.

El obispo electo de la diócesis de Villa de la Concepción del Río Cuarto, monseñor Adolfo Uriona FDP, brindó una conferencia de prensa a su llegada a la ciudad del sur cordobés en la que se refirió a los desafíos de esta nueva etapa pastoral que comenzará el viernes 19 de diciembre, con la misa de toma de posesión episcopal. También habló del flagelo de la droga y cuáles serán los pedidos que transmitirá a los sacerdotes. 

Monseñor Uriona recibió a los medios de comunicación de la ciudad en una amena conferencia de prensa, en la que se refirió a los temas relacionados a su llegada. Indicó que la noticia de su traslado “le cambió la vida totalmente”, ya que la diócesis de Añatuya es diferente a la de Río Cuarto, su nuevo destino. “Vengo con todas las ganas de aprender”, aseguró. 

Oriundo de Mar del Plata, el prelado opinó que los desafíos que le esperan en esta nueva etapa son acompañar a la comunidad religiosa y atender la realidad social. “Quiero poner a la diócesis en la clave que nos pide Francisco, que es una clave misionera, no solamente hacer lío, sino salir hacia todos, especialmente a los más alejados”. 

También se refirió a la problemática de la drogadependencia: “Está destruyendo a los jóvenes en todo el país. Lo que más podríamos hacer como Iglesia es la prevención. La otra parte le toca más al gobierno y creo que deberíamos trabajar más. Hay que trabajar en la represión del narcotráfico, buscar a los responsables. Hay que hacer un trabajo más intenso. La droga nos está invadiendo mundialmente”. 

En cuanto a la realidad social de la Argentina, el obispo consideró que se atraviesa un “momento muy difícil” y destacó la necesidad del diálogo: “Todos como ciudadanos tenemos que tratar de poner lo nuestro, y se va a hacer en la medida en que haya dialogo. Es fundamental para los momentos de crisis”. 

En un momento de la conferencia se refirió a Añatuya, donde fue obispo durante más de diez años, y destacó la hospitalidad de su gente, la religiosidad popular basada en la Virgen y en los santos y la capacidad de resistencia frente a la adversidad. También estimó que la riqueza material es una tentación, ya que la abundancia material puede hacer olvidar de Dios. 

Monseñor Uriona opinó que en la actualidad la familia se ha desintegrado “muchísimo” y que esta crisis podría tener alguna vinculación con el flagelo de la droga: “Yo decía en Añatuya que eso es una de las raíces de la droga porque cuando a los chicos les falta la contención y el afecto familiar entran fácilmente otros sucedáneos donde se buscan compensaciones”. 

El obispo adelantó que les pedirá a los sacerdotes de la diócesis que sean fieles a su ministerio, que se entreguen mucho a la gente y que sean misioneros. 

En otro tramo de la entrevista, el obispo recordó que su vocación sacerdotal se remonta a los seis años, cuando asistía a un grupo parroquial. “A los 7 ayudé por primera vez en la misa, el 2 de noviembre de 1962. Ahí dije que quería ser cura. Desde ese momento, esa idea me acompañó siempre”, relató. 

“Quise ser sacerdote porque veía lo felices que vivían los curas al servicio de la gente”, contó luego. 

Por otra parte, indicó que mantiene una relación muy estrecha con el papa Francisco, quien fue su director espiritual desde 1992. “Cuando me recibía en la curia de Buenos Aires estaba media hora. Cuando fui a verlo al Vaticano en enero estuve una hora y media hablando con él de distintos temas. Rezamos el rosario y después fuimos a cenar juntos. Noto una acción del Espíritu Santo fuertísima en él, pero es el mismo”, observó. 

Monseñor Uriona también opinó que hay que trabajar sobre los derechos humanos con una visión más amplia, y rescatar los derechos que tiene el niño a nacer, el derecho a trabajar y a tener una vida digna. 

En cuanto a las parejas divorciadas y vueltas a casar, afirmó que es un tema “doloroso” y que a menudo lo trata desde el confesionario. 

“Tanta gente que sufre sobre ese tema, porque no se puede acercar a la Eucaristía. La comunión eucarística siempre será un tema difícil porque hay una base bíblica, pero no significa que están fuera de la Iglesia. Debemos tener un corazón amplio, una gran misericordia y cercanía” puntualizó. 

Al finalizar la conferencia, monseñor Uriona obsequió a los presentes una réplica de la cruz de Matará, considerada la más antigua del territorio argentino.

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