Monseñor Lozano admitió que tiene chances de ser vicepresidente de la Conferencia Episcopal

Monseñor Lozano admitió que tiene chances de ser vicepresidente de la Conferencia Episcopal

El obispo coadjutor de San Juan es considerado uno de los posibles candidatos a ocupar, a partir de noviembre, una de las dos vicepresidencias del órgano que reúne a los obispos católicos del país.

 

Monseñor Jorge Lozano, al ser consultado sobre las posibilidades de ser designado, respondió a Diario El Zonda que “como le decía a un amigo, tengo más posibilidades que mi tía de ser elegido en algún cargo”, a partir de la próxima asamblea electiva programada para noviembre venidero, donde se renovarán todos los cargos de dicha conferencia.

“Yo estoy transcurriendo el segundo período de la Comisión de Pastoral Social y no puedo volver a ser elegido, así que en julio o agosto empezamos a conversar cuáles son las inquietudes de cada uno y en base a una lista de las comisiones cada uno de propone para colaborar en distintas áreas”, comentó Lozano.

Lozano es probable que en el futuro se incline por la Pastoral de Juventud, donde se desempeñó anteriormente o bien, prosiga colaborando no como titular, en la misma Comisión de Pastoral Social aunque por ahora no tiene definido en qué áreas proseguir con su labor “para acompañar a quien sea el nuevo presidente”.

Respecto a la posibilidad de desempeñarse como una de las principales autoridades de la Conferencia Episcopal, sostuvo que “en realidad, la autoridad es la asamblea, el Presidente y dos vices ocupan ese servicio y eso se resuelve durante la misma asamblea de acuerdo a la distribución geográfica que haya entre las distintas regiones del país, entre el presidente y los dos vicepresidentes y cómo se resolverá eso, todavía no sé”, afirmó el obispo.

La Iglesia que deberá elegir las nuevas autoridades de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), en el marco de un recambio generacional de sus miembros, al tiempo que el papa Francisco, elegirá al sucesor de monseñor José María Arancedo en la arquidiócesis de Santa Fe, a quien le aceptó la renuncia por edad en octubre de 2015 pero con un término de ejecución de dos años más, para que complete su mandato al frente del Episcopado.

Por ahora, Mario Poli es el candidatura natural para presidir el Episcopado entre 2017 y 2020 siendo el actual vicepresidente primero de la Conferencia Episcopal, único cardenal activo y primado argentino.

Los mayores interrogantes surgen en los arzobispos que acompañarán desde noviembre al purpurado porteño en la mesa ejecutiva de la CEA, donde según algunos trascendidos, el obispo coadjutor de San Juan Jorge Lozano, quien no podrá ser reelecto al frente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social tras dos trienios frente al cargo, es uno de los más firmes postulantes.

Otros nombres de arzobispos para las dos plazas de vicepresidentes son los de Eduardo Martín (Rosario), Ramón Dus (Resistencia) y Carlos Azpiroz Costa (coadjutor de Bahía Blanca).

Otros trascendidos, refieren el caso del arzobispo Víctor Manuel Fernández, rector de la Universidad Católica Argentina (UCA) y hombre de estrecha confianza del Santo Padre, considerado el “teólogo del Papa”, quien podría ocupar algún cargo en la Santa Sede o la promoción a una sede.

Para noviembre próximo, Lozano ya se habrá convertido en el nuevo Arzobispo de San Juan ya que “en principio, monseñor Delgado tiene previsto renunciar cuando cumpla la edad establecida, eso está como regla y sucede durante el mes de junio próximo” al tiempo que comentó estar muy contento durante este tiempo, “sin tener la responsabilidad de las decisiones, conocer las comunidades, los sacerdotes, tomas contacto con las instituciones de la Provincia, católicas y del mundo civil, las cámara empresarias, funcionarios del gobierno, periodistas” entre otros.

Lozano dijo que “estos encuentros me enriquecen mucho y me ayuda a tener un panorama que lo voy ampliando día a día, hay todavía una zona que me falta visitar que es Valle Fértil, las otras zonas, ya las visité, no todas las parroquias pero este año voy a visitar las parroquias que todavía me faltan y tomar contacto con las realidades de cada una de ellas”.

Más allá de las elecciones episcopales, previstas para la asamblea plenaria de noviembre, el 2017 será un año en el que la Iglesia deberá afrontar temas internos y externos clave.

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