Anticipándose a la celebración de la festividad de San Cayetano, que será el domingo 7 de agosto, el obispo de San Isidro, monseñor Oscar Ojea, celebró ayer una misa en la parroquia Nuestra Señora de Aránzazu, de San Fernando, en honor al santo de la providencia del pan y del trabajo. 

La Pastoral de los Trabajadores de la diócesis de San Isidro convocó a los integrantes de la comunidad y a las asociaciones de trabajadores de la región a la ceremonia presidida por monseñor Ojea y dedicada a honrar al tan venerado San Cayetano. 

“La posibilidad de trabajar nos integra a una sociedad, nos hace pertenecer a ella, nos hace sentirnos miembros de un cuerpo y por lo tanto útiles y esto hace a la dignidad de la persona”, expresó en su homilía el obispo, y se refirió al desempleo como una situación en que “se rebaja la dignidad de la persona”. “Nos sentimos fuera del cuerpo, como si no perteneciéramos a la sociedad”, agregó. 

Junto a los trabajadores, estuvieron presentes en la celebración representantes de las distintas centrales sindicales. Al culminar la reunión luego de la misa, el presbítero Jorge Luis Lagazio, párroco de Nuestra Señora de Aránzazu y coordinador de la Pastoral Social de la Diócesis de San Isidro, expresó su alegría por haber recibido en esta ceremonia a las distintas fuerzas sindicales que nuclean a los trabajadores de la Argentina.