Mons. Aguer propone acciones para enfrentar ataque "brutal" a la dignidad de la mujer

Mons. Aguer propone acciones para enfrentar ataque

 El arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, denunció que el programa televisivo de Tinelli provoca y produce la degradación de la mujer, además de ser el arquetipo de la decadencia de la cultura popular de la Argentina. Asimismo, propuso algunas acciones para enfrentar ese ataque ¨brutal¨ a la dignidad de la mujer.

El arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, denunció que el programa televisivo de Tinelli provoca y produce la degradación de la mujer, además de ser el arquetipo de la decadencia de la cultura popular de la Argentina. 

“Habitualmente yo no miro televisión -comenzó diciendo en su columna semanal del programa "Claves para un mundo mejor" que se emitió por TV Canal 9 el sábado 4 de agosto-, pero estas últimas noches me estuve flagelando con el programa del Sr. Tinelli y entonces puedo decir, con autoridad, que me parece que ese programa y su conductor son el arquetipo de la decadencia cultural de la Argentina; subrayo: de la decadencia de la cultura popular”. 

“Lo digo -añadió- refiriéndome a todo el contexto del programa, por el modo como se realizan las cosas, los gritos desagradables de quien dirige, que repite incansablemente las mismas muletillas, y por algo más particular, en lo cual me quiero detener: ese programa muestra, provoca, produce la degradación de la figura de la mujer”. 

“He notado -prosiguió- que allí los personajes masculinos por lo general quedan siempre de lado. La pareja masculina del baile está sonriendo en un costadito y con ellos no se mete el famoso conductor, pero en cambio sí lo hace con las mujeres que bailan: empieza a describir o las fornicaciones circunstanciales, o los concubinatos que duran algunos meses o los adulterios, (supuesto que en el concubinato haya adulterio), y todo con gran algarabía como que son cosas normales, hazañas dignas de elogios, como que eso corresponde a toda mujer. También allí hay un grupo de bailarinas, semidesnudas, que suelen asentir y de vez en cuando el conductor engancha a alguna de ellas con algún personaje famoso y demás. Eso es el programa”. 

“¿Yo me preguntaba -añadió- cómo es posible que haya tanta gente prendida a semejante bajeza? Pienso en los números del rating y la competencia con otros programas. Porque además se ve allí gente que asiste personalmente y festeja todo eso. Por eso digo que, para mí, es el arquetipo de la decadencia cultural de la Argentina y de la cultura popular, y es un intento tremendo de degradar la figura de la mujer”. 

El prelado platense recordó que pese a que hoy se habla mucho del feminismo y sus comnquistas, "fue el cristianismo el que se ocupó de dignificar a la mujer, a partir de la figura principal del cristianismo después de Nuestro Señor Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre, que es la Santísima Virgen María. A lo largo de los siglos, no sin muchas peripecias, que las hubo según los diversos momentos culturales, fue gradualmente dignificando la figura de la mujer”. 

Una frase de Eva Perón 

“Quiero decir algo que puede llamar la atención a muchos de ustedes", dijo monseñor Aguer sobre esta cuestión: "Eva Perón en un mensaje que dirigió a un Congreso de Mujeres en Barcelona, durante el gobierno de su esposo, dijo esta frase: “Nuestro siglo –refiriéndose al siglo XX- será recordado como el siglo del feminismo victorioso y la victoria del feminismo consiste en la indisolubilidad del matrimonio y en la permanencia de la mujer en el hogar”. Esta frase y la realidad a la que esa frase se refiere es un fruto del humanismo cristiano; en ella se expresa la dignidad de la mujer”. 

Seguidamente precisó: “Ahora no es así. La mujer perdió su dignidad no sólo por el cambio de las costumbres, sino que el cambio de las costumbres pasó a las leyes. No solamente el divorcio, sino peor, el matrimonio prácticamente desapareció como institución aun en el Nuevo Código Civil, que lo reduce a lo que yo llamo un 'rejunte provisorio'; después está el matrimonio 'igualitario' y demás. Y todo esto que el mundo de la farándula continuamente practica y difunde, todo esto de los amoríos entre políticos o deportistas célebres y vedetes o personajes del mundo de la farándula, es una vulgarización de la decadencia de la mujer. Me parece que esto es algo muy delicado para el presente y el futuro de la sociedad argentina”. 

Para enfrentar esa decadencia cultural y ese brutal ataque a la dignidad de la mujer, monseñor Aguer propone algunas acciones. "Por empezar -aconsejó a los televidentes que lo siguen sábado tras sábado-, ustedes no vean ese programa. Pero hay otras cosas: ese programa está bancado por empresas muy importantes; habría que avisarles a los directivos de esas empresas: “¿Señores ustedes vieron ese programa? ¿Saben lo que están pagando?”. Enseguida el arzobispo sugiere, entre otras cosas, no comprar los productos de las empresas que bancan el programa. 

Además agregó: "Es necesario hablar, decir que ese programa es de una fealdad, grosería e indecencia tal que no se puede aceptar sin chillar. Hay algo muy delicado que toca a la esencia de la familia y por tanto también de la estabilidad social y de la suerte de un país. La mujer, y la mujer en relación con la familia, con una familia verdaderamente tal, con los hijos. La cuestión no es puramente moral, puramente de honestidad; sin duda que ese es un programa que destruye la honestidad y el pudor más elemental, pero aquí hay una cuestión de carácter social, cultural y con el tiempo, si estas cosas se multiplican y perduran impunemente, el daño se hará ver progresivamente”. 

Monseñor Aguer concluyó su columna editorial pidiendo a sus televidentes que reflexionen sobre esto. "Ya he hablado sobre el tema en otros medios y me llamó la atención la cantidad enorme de adhesiones que he recibido. Habrá que hacer algo para que baje el raiting, porque como todo es una cuestión de raiting, ojalá se logre que tenga que trabajar de otra cosa este señor”.+ 

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