La misión de Francisco en Egipto para volver a impulsar el diálogo con el Islam

La misión de Francisco en Egipto para volver a impulsar el diálogo con el Islam

El Pontífice en El Cairo, a tres semanas de los atentados que provocaron una masacre en dos iglesias de Tana y Alejandría. En al Azhar, el encuentro con el imán al Tayyeb y el Patriarca

Por ANDREA TORNIELLI

 

Una visita blindada, aunque Francisco no utilizará vehículos blindados, para decir «no» al terrorismo fundamentalista que abusa del nombre de Dios justificando el odio y la violencia. Una misión de dos días en El Cairo, a tres semanas de los últimos atentados que ensangrentaron el Domingo de Ramos de los fieles coptos. El Papa de Roma vuela, por esta vez todavía con Alitalia, hacia Egipto. Un viaje que nunca fue puesto en discusión ni por las bombas ni por la situación, como afirmó ayer el Secretario de Estado Pietro Parolin: «Muchos han pensado, después de los sangrientos y brutales atentados que han sacudido Egipto, que el Papa tal vez habría puesto en discusión su viaje. Por el contrario, nunca pensó hacerlo, precisamente porque quiere hacerse presente en donde hay situaciones de violencia, de conflicto. Y quiere ser mensajero de paz en donde hay necesidad de paz». 

 

Terrorismo, dialogo con el Islam, el abrazo ecuménico con los cristianos de la Iglesia costa son los temas de un viaje que hoy tendrá su punto más alto, cuando Francisco participará en la Conferencia de Paz convocada por Ahmed Tayyeb, Gran Imán de al Azhar, la prestigiosa universidad sunita. Inmediatamente después está programado el encuentro con las autoridades políticas de la sociedad civil egipcia. El el presidente y los protagonistas de estos primeros momentos estarán el imán y el presidente Abdel Fattah al Sisi, comprometido en frenar la amenaza yihadista, por lo que ha pedido mayor claridad y determinación a los teólogos musulmanes de al Azhar a la hora de condenar el terrorismo. 

 

El Papa sabe muy bien quiénes son sus dos interlocutores y no ignora la necesidad de un mayor compromiso común para condenar a los que matan en nombre de Dios. Como siempre ha hecho hasta ahora, al mismo tiempo, Francisco se concentrará no solo en la exigencia de detener el fundamentalismo terrorista y de garantizar la seguridad a los ciudadanos egipcios, sino que también hablará sobre las causas más profundas del malestar, como la pobreza, la falta de educación, el tráfico de armas y la importancia de construir una sociedad que sea más justa, que respete los derechos de todos y que garantice la libertad religiosa. También es posible que, justamente a partir de la particularidad de Egipto y se su historia, el Papa (reconociendo los esfuerzos de al Sisi) pida a las autoridades egipcias que se comprometan por la paz en la región. 

 

La tercera cita es el abrazo con Tawadros II, el Papa de la Iglesia copta-ortodoxa, que en los últimos años ha pagado un elevado precio en víctimas, fieles asesinados mientras se encontraban en la Iglesia participando en la liturgia. Francisco acuñó la expresión «ecumenismo de la sangre» para recordar el martirio que une a los cristianos de diferentes confesiones. Los coptos son una Iglesia antigua, bien representada a nivel social e institucional en el país, compuesta por una decena de millones de fieles, que nunca se han sentido una minoría perseguida ni mucho menos un puesto de vanguardia occidental: copto significa egipcio, y los cristianos de esta antigua comunidad reivindican con orgullo sus antiguas raíces en esta tierra. Han sufrido ataques y atentados, y ahora sostienen el esfuerzo del presidente al Sisi. 

  

Para concluir, mañana concluye el viaje con dos encuentros con la comunidad costa católica, incluida una misa en un estadio súper-blindado en donde se prevé la presencia de 25 mil personas. 

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