Año de la Misericordia: Cierre de las puertas santas en los templos jubilares

Año de la Misericordia: Cierre de las puertas santas en los templos jubilares

Las diócesis argentinas cerraron el Año de la Misericordia convocado por el papa Francisco, para promover "revolución de la ternura", la renovación espiritual, favorecer la reconciliación y realizar obras de caridad a favor de pobres y excluidos.

Los obispos diocesanos clausuraron, en su mayoría, las puertas santas de las catedrales o templos jubilares establecidos para obtener la indulgencia plenaria, y el gesto fue precedido por procesiones y peregrinaciones. 

En este período, los católicos –motivados por el pontífice- realizaron gesto de misericordia corporales y espirituales 

El Papa clausurará formalmente el año jubilar en el Vaticano el próximo domingo, solemnidad de Cristo Rey, con el cierre de la “puerta santa” en la basílica de San Pedro. 

Homilías en las diócesisMons. Eduardo Eliseo Martín (Rosario): “La otra constancia es seguir descubriendo las obras de la misericordia. Es la respuesta a Dios, poder manifestar a nuestros hermanos ese compromiso con la misericordia, especialmente a los más necesitados, a los más solos. Por eso, tenemos tres compromisos: perseverar en la fe, perseverar en el trabajo diario y perseverar en las obras de la misericordia”. 

Mons. Andrés Stanovnik OFMCap (Corrientes): “Hemos sido extraordinariamente bendecidos con el Año de la Misericordia. Somos portadores de una gracia inmensa, que ahora deseamos cultivarla en el matrimonio y la familia, en nuestras comunidades eclesiales, y como misioneros en nuestra sociedad: ¡Cuánta misericordia se necesita en el trato que damos a los que frecuentan nuestras oficinas públicas; a los que concurren a los hospitales y centros de salud! Seamos más misericordiosos en nuestras escuelas, hogares de ancianos, cárceles, en los lugares de trabajo, y aun en nuestras propias comunidades. ¡Gracias Señor por habernos mostrado el rostro misericordioso del Padre! ¡Bendito seas porque, a pesar de nuestros pecados, nunca dejas de perdonarnos!” Texto completo de la homilía 

Mons. Juan Alberto Puiggari (Paraná): “El Año Santo de la Misericordia en realidad ahora empieza. El espíritu de la misericordia no se acaba hoy, sino que se convierte en la Palabra de Dios. Queremos contemplar a nuestra Madre que nos ayuda a cantar la Misericordia de Dios. No nos olvidemos de pedirle a María que ruegue por nosotros pecadores y que seamos nosotros también misericordiosos como el Padre. Hoy podemos mencionar que tal vez tenemos un mundo agresivo e individualista. Tenemos que ser testigos como nos pide el Papa de la cultura del encuentro y las obras de la Misericordia. ¡Qué testimonio para el mundo de hoy la Misericordia!” 

Mons. Sergio Buenanueva (San Francisco): “Hoy podemos dar un paso más y señalar la urgencia de una verdadera ‘cultura de la misericordia’… Una cultura que pone todas sus energías no en el bienestar personal, sino en el dolor y el sufrimiento ajenos, dejándose interpelar por ellos y, desde allí, buscar la fraternidad y la reconciliación… La Iglesia está llamada a ser signo visible de la compasión de Dios. La misericordia ha de ser su forma de presencia en el mundo. Una presencia hecha de disponibilidad para la escucha y el servicio”. Texto completo de la homilía 

Mons. Jorge Lugones SJ (Lomas de Zamora): “En este Año de la Misericordia se nos ofreció la gracia de la Indulgencia: Dios no rechaza a nadie, y nadie debe sentirse excluido en la Iglesia, sino que por el Bautismo participa de la comunión de los santos. La Iglesia misma sale de testigo para sostener la fe de los bautizados. Al clausurar oficialmente este Año Santo de gracia y bendición declaramos que la apertura de la Iglesia a la misericordia es infinita, magnífica y plena, que alcanza a todo aquel que abre su corazón al perdón y apela a la misericordia del Dios compasivo y misericordioso”. 

Mons. Santiago Olivera (Cruz del Eje): “La Iglesia proclama santos para mostrarnos un camino. Brochero nos dice hoy también nosotros tenemos que ser estos nuevos Brocheros, que vivan la vida cristiana hasta el extremo, que den testimonio de la fe. Tenemos que ser los nuevos Brocheros que vayamos al encuentro de Jesús y nos comprometamos, no de un modo ocioso, sino por la salvación de todos y por la vida digna para todos”.

Mons. Ariel Torrado Mosconi (Nueve de Julio): “Reflexionemos y propongámonos que la Misericordia no quede solamente en palabras sino que siga marcando profundamente la tarea evangelizadora, el apostolado y la misión de todas y cada una de las realidades eclesiales de nuestra Iglesia particular. Queremos ser una Iglesia pobre y para los pobres, que tenga cada vez una mayor presencia y se haga cercana a los barrios y pueblos más necesitados. Que manifieste el corazón misericordioso de Jesús estando cerca de los que sufren, yendo a buscar a los que están lejos y especialmente al lado de los nuevos pobres a causa de la cultura del descarte y la marginación, de los heridos por las adicciones y de los abandonados en la soledad y la indiferencia. No podemos permitirnos, tampoco, que tantas reflexiones, propuestas y proyectos pastorales queden en ‘letra muerta’”. Texto completo de la homilía 

Mons. Pedro Daniel Martínez Perea (San Luis): “¡Cuántas gracias hemos recibido, cada vez que en la confesión y en la oración nos hemos puesto bajo la mirada de Dios para que Él nos transforme! Continuemos bajo la mirada de Dios Padre que nos sigue cuidando. Aunque a veces el pecado nos avergüence y busquemos ocultarnos de la mirada de Dios, recordemos que Él quiere mirarnos para purificarnos. Su mirada nos proporciona el ungüento, el remedio para nuestra debilidad. Recordemos que se cierra una puerta pero queda abierto el cielo”. 

Mons. Hugo Santiago (San Nicolás de los Arroyos): “La misericordia es una sensibilidad afinada que capta lo que el otro necesita, antes de que nos pida algo… Por qué el Papa convocó a un Año de la Misericordia. Si uno lee sus escritos puede vislumbrar que el Papa habla mucho de la globalización de la indiferencia… Si quieres la paz, promueve la justicia. Quiere decir que habrá paz social en la medida de que seamos sensibles y creativos, porque la caridad nos hace creativos… La misericordia va en el sentido de la caridad, que siempre tiene connotaciones sociales, y nos hace sensibles y creativos para salir al paso de las necesidades de los hermanos”.

Mons. Luis Urbanc: “En este Año de la Misericordia, los argentinos hemos tenido dos grandes regalos preciosos, la beatificación de Mama Antula, que ha recorrido toda Argentina, llevando adelante los ejercicios espirituales; y la canonización de San José Gabriel del Rosario Brochero, un gran sacerdote de la sierra cordobesa. Un regalo hermoso, un sacerdote y una laica consagrada. Han sido dos personas que han sabido vivir de la misericordia de Dios y ser predicadores de la misericordia. Tenemos que hacer un examen de conciencia, para poder crecer en la fe y corregir nuestros errores”.

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