De acuerdo a fuentes bien informadas, Amia tendría un déficit operativo de $11.000.000 y eso explicaría la necesidad de vender inmuebles. 

Las actuales autoridades, que asumieron hace algo más de medio año, se habrían encontrado con una situación financiera muy compleja que complica la operatoria de la institución.Las deudas son fundamentalmente con bancos, lo que implica un alto costo en intereses mensuales. 

Las deudas se atribuyen en parte, al alto costo operativo de AMIA y a una extensa y costosa plantilla de personal profesional.

Un tema que se suma a la preocupación, son varios juicios laborales que debe enfrentar la entidad,en especial, uno multimillonario, del ex Gran Rabino Shlomó Ben Amu, que se encuentra desde hace años pendiente de resolución y sentencia.

Los recursos de Amia provienen de la administración de los cementerios comunitarios, subsidios de organismos estatales, legados y algunas pocas donaciones. 

Vale recordar que en las últimas elecciones no se presentaron todas las facciones comunitarias y fueron postergadas en dos oportunidades donde incluso se llegó a la justicia ordinaria e intervención del INADE por irregularidades diversas. 

La distribución y asignación arbitraria de los recursos de la Mutual,ha sido siempre parte de una eterna disputa. La falta de transparencia y dificultad para acceder a los balances y su desglose ítem por ítem, un imposible.

La Amia viene siendo gobernada en los últimos mandatos por el BUR (bloque unido religioso). Algunas agrupaciones plantean que los proyectos que no coinciden con esa línea ideológica vienen siendo castigados.

La preocupación ahora es como salir del agujero económico y este déficit. La manera parece ser vendiendo activos de la entidad.