Milagro Sala: “Por Francisco volví a creer en la Iglesia”

La líder social argentina, cuya prolongada detención en una cárcel del norte del país, se lo confesó a Gustavo Vera, legislador por la Ciudad de Buenos Aires y referente de la organización de lucha contra la trata de personas “La Alameda”

Por ANDRÉS BELTRAMO ÁLVAREZ

 

“Milagro me dijo que ella volvió a creer en la Iglesia por Francisco, se puso el rosario inmediatamente, agradeció muchísimo, estaba muy contenta y muy esperanzada en que exista justicia”. Revelaciones de Gustavo Vera, legislador por la Ciudad de Buenos Aires, que este sábado realizó un viaje relámpago a Jujuy. Estuvo con la líder de la organización barrial Tupac Amaru durante tres horas, en la cárcel donde ella se encuentra recluida desde hace más de un año. Su detención ha sido cuestionada por Estados Unidos y las Naciones Unidos. Y el Papa también “está preocupado”. 

 

El referente de la organización de lucha contra la trata de personas “La Alameda” llegó por la mañana y se fue por la noche, este sábado 11 de marzo. Recorrió los barrios levantados por Sala y su organización. Ingresó a la cooperativa textil, a la fábrica metalúrgica y al centro social. Habló con los vecinos y militantes.  

 

“Vi como el gobernador de Jujuy, (Gerardo) Morales llevó prácticamente a la quiebra a todas las obras, fui testigo de la destrucción del tejido social que hicieron ahí y que es inmenso”, señaló en declaraciones al Vatican Insider. 

 

Después se trasladó, “con un grupo de compañeros”, hasta la cárcel de mujeres de Alto Comedero donde Sala se encuentra privada de su libertad desde el 16 de enero de 2016. Una prolongada detención preventiva que no ha estado exenta de polémicas.  

 

“Estuve con Milagro más de tres horas, le llevé un rosario del Vaticano bendecido por Francisco, le llevé una estampita. La vi bastante bien, fuerte, firme y clara en sus convicciones. Me narró cómo fue toda la secuencia de la causa, cómo la trataron de quebrar moralmente, cómo trataron de hacerle operaciones a través de la familia, cómo le inventaron un montón de cuentos chinos y toda la presión que vive adentro. Cómo se ha venido manejando la causa por parte de la justicia provincial, que deja mucho que desear. Está de buen ánimo, con muchas ganas de salir a reorganizar todo”, contó más adelante. 

 

Vera compartió el viaje con Gabriel Fucks, también diputado de la ciudad de Buenos Aires de la Corriente Nacional de la Militancia. Con ellos ingresaron “compañeros” de otras asociaciones, organizaciones y universidades. Lo hicieron por tandas, para poder hablar con la líder.  

 

Recordó que hace pocos días el Departamento de Estado de los Estados Unidos incluyó en su informe anual sobre derechos humanos a la detención de Sala en la categoría de “arresto arbitrario”.  

 

Ese reporte global, correspondiente al año 2016, fue difundido el 2 de marzo último. Antes, el 21 de octubre de 2016, el Grupo de Trabajo de la Organización de las Naciones Unidas sobre detenciones arbitrarias pidió la liberación de la activista social, opinando también que su prisión preventiva es arbitraria. 

 

El caso de la referente de la Tupac Amaru ha polarizado a la Argentina. Mientras por un lado numerosos colectivos denunciaron anomalías, sea en su detención sea en su tratamiento judicial, otros sectores consideran justo que permanezca encarcelada, y la consideran ya culpable de diversos delitos, especialmente de corrupción. Aunque todavía no se llevaron a cabo los juicios. 

 

Vera sostuvo que las acusaciones “están flojas de papeles” y “son opinables” en varios de sus aspectos, mientras su detención se mantiene “por las dudas”. Sala es señalada por malversación de fondos, asociación ilícita y otros delitos menores. Pero según el líder de “La Alameda”, diversos requerimientos ya fueron respondidos con documentación que los jueces se niegan a reconocer.  

 

“Ahora Morales persigue a la organización (Tupac Amaru) como si hubiera una sentencia firme y desoye todas las recomendaciones de las Naciones Unidas, del departamento de Estado de Estados Unidos, muchos organismos internacionales y nacionales con respecto a la arbitraria detención de Milagro Sala”, estableció. 

Pero también quiso aclarar que el Papa jamás apañaría un acto de corrupción, que desea una justicia transparente y correcta. Aun así –ponderó- el pontífice “está preocupado por la situación judicial de Milagro Sala, pregunta por el tema y lo sigue atentamente”. 

 

“Francisco la recibió en dos ocasiones, le ha mandado cartas, instruyó a sus amigos para que se ocupen de su libertad, nosotros estamos actuando en consonancia con su deseo y compromiso, lo cual no significa que me haya dado órdenes para que vaya a verla, con fecha y hora. Él tiene muchas cosas que hacer como Papa. Nosotros, como sus amigos, estamos ocupándonos de su voluntad”, ponderó. 

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