Mensaje de Mons. Oscar Ojea por el Domingo de la Misericordia

Mensaje de Mons. Oscar Ojea por el Domingo de la Misericordia

El obispo de San Isidro, monseñor Oscar Ojea, con motivo del Domingo de la Misericordia, pidió “que a través de las obras de misericordia podamos convertirnos de verdad, transformar nuestra vida”, y afirmó que dichas obras son una “verdadera ocasión de conversión”.

En el marco del Año de la Misericordia y el Domingo de la Misericordia, el obispo de San Isidro, monseñor Oscar Ojea, envió un mensaje a la comunidad en el que reflexionó sobre el pasaje del evangelio de san Juan en el que Jesús se aparece ante los apóstoles en el Cenáculo. 

“Jesús se presenta en el Cenáculo a los apóstoles con su cuerpo glorioso, resucitado, con su pecho abierto del cual ha manado sangre y agua; en ese Evangelio Tomás no está presente. Luego, vuelve el apóstol Tomás que no había creído en la presencia de Jesús, y Jesús lo invita a tocar su costado; ‘Señor mío y Dios mío’, le dice Tomás”, contó monseñor Ojea. 

Después, explicó: “Ese domingo, el Señor le había confiado a los apóstoles el poder de perdonar los pecados, por eso lo llamamos Domingo de la Misericordia. 

Asimismo, el prelado invitó a celebrar de un modo particular en este Año de la Misericordia, a Jesús resucitado que “viene a reconciliarnos y que convence a Tomás, con su presencia, de haber vencido al pecado y a la muerte”. 

“El Señor Jesús, con su cuerpo luminoso se hace presente en medio de nosotros”, afirmó y aseguró que “nosotros también, a través de las obras de misericordia, podamos convertirnos de verdad, transformar nuestra vida” 

A continuación, pidió que “cada obra de misericordia sea una verdadera ocasión de conversión; de tocar nuestra propia miseria, nuestra propia pobreza, para cambiar de vida y transformarnos”. 

“Que cada gesto que está enunciado en las obras de misericordia, tanto corporales como espirituales, sean tocar la carne de Cristo, tocar nuestra condición pecadora, para poder crecer más en gracia y para poder vivir de un modo más auténtico nuestra misión en esta tierra”, concluyó su mensaje, luego de una bendición.

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