Medjugorje: Comenzó el ministerio del visitador apostólico

Medjugorje: Comenzó el ministerio del visitador apostólico

El polaco Henryk Hoser inauguró con una misa su trabajo exclusivamente pastoral. Relevará las necesidades de los fieles para sugerir eventuales iniciativas pastorales. En la homilía, avaló el "culto cristocéntrico" que se practica allí.

El arzobispo polaco Henryk Hoser ha presidido este domingo una misa solemne en la iglesia de San Giacomo, dando inicio así a su ministerio como visitador apostólico de carácter especial para la parroquia de Medjugorje.

El arzobispo emérito de Varsovia (Polonia), Hoser, ya había sido nombrado por el Papa Francisco en febrero de 2017 enviado especial de la Santa Sede al pequeño pueblito de Bosnia-Herzegovina, lugar de presuntas apariciones marianas que atrae a cientos de miles de fieles. Y precisamente para que se ocupara de las cuestiones pastorales relacionadas con el gran flujo de peregrinos, Hoser, a un año de comenzar su misión, ahora se quedará establemente en Medjugorje “ad nutum Sanctae Sedis”.  

  

No tiene nada que ver con sus tareas la cuestión de las presuntas apariciones de la Virgen, competencia de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Como precisó el boletín de la Sala de Prensa vaticana, que anunció el nombramiento el 11 de febrero de 2017: «La misión tiene el objetivo de adquirir conocimientos más profundos sobre la situación pastoral de esa realidad y, sobre todo, sobre las exigencias de los fieles que se dirigen allí en peregrinaje y, con base en ellas, sugerir eventuales iniciativas pastorales para el futuro. Por lo tanto, tendrá un carácter exclusivamente pastoral». 

Durante la celebración estuvieron presentes numerosos fieles y peregrinos, junto al nuncio de Bosnia y Herzegovina, monseñor Luigi Pezzuto, al obispo de Alesandría, monseñor Guido Gallese y al provincial de los franciscanos, fray Miljenko Steko.

“El Papa Francisco me ha enviado a Medjugorje porque la curación pastoral exige asegurar un acompañamiento estable y continuo de esta comunidad parroquial y de los fieles que vienen aquí en peregrinación”, dijo Hoser en su homilía.

"En Medjugorje vienen peregrinos desde lejos, de alrededor de 80 países del mundo: se necesita tener una motivación firme y decisiva”, apuntó. “Pero la palabra 'lejos' significa también otra cosa; significa una situación existencial de tantos que se han alejado de Dios, de Cristo, de su Iglesia y de la luz que da sentido a la vida, para orientarla y darle el propósito vital digno, que vale la pena vivir", recordó.

Hoser también planteó "la pregunta fundamental: ¿por qué tanta gente va a Medjugorje todos los años? La respuesta que se impone es la siguiente: vienen a encontrarse con alguien: encontrarse con Dios, encontrarse con Cristo, encontrarse con Su Madre. Y luego para descubrir el camino que lleva a la felicidad de vivir en la casa del Padre y de la Madre; finalmente para descubrir el camino Mariano como el más cierto y seguro. Es el camino del culto mariano el que se celebra desde hace años aquí, es decir, ‘ese culto sagrado, en el que la culminación de la sabiduría y la cumbre de la religión se unen y que es, por lo tanto, la tarea principal del Pueblo de Dios”.

"Se trata realmente de un culto cristocéntrico”, precisó el enviado. Y agregó que el Concilio Vaticano II enfatiza que las diversas formas de devoción a la Madre de Dios, que la Iglesia ha aprobado dentro de los límites de la doctrina sana y ortodoxa, se desarrollan en armónica subordinación al culto que se presta a Cristo y alrededor de él gravitan como su punto de referencia natural y necesaria".

"Tal es la devoción popular a Medjugorje: en el centro la Santa Misa, la adoración del Santísimo Sacramento, una frecuencia masiva del sacramento de la Penitencia, acompañada de otras formas de piedad: el rosario y el vía crucis que hacen que las piedras ásperas de los caminos se vuelvan lisas", explicó.

Monseñor Hoser citó  a Juan Pablo II para hablar de momentos especiales de gracia: “Como el tiempo puede ser marcado por kairoì, momentos especiales de gracia, de manera similar el espacio puede ser marcado por intervenciones particulares de salvación de Dios. Y por otra parte, también hay espacios sagrados, en los que el encuentro con lo divino se puede experimentar de una manera más intensa de lo que suele ocurrir en la inmensidad del cosmos”.

Por fin, el enviado concluyó que la advocación que la Virgen tiene allí, Reina de la Paz, es bien conocido por las letanías lauretanas y “es cierto que el mundo tiene tanta necesidad de paz”.

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