Con medidas y discursos de campaña se lanza el plan ‘apuntalar a Macri’

Con medidas y discursos de campaña se lanza el plan ‘apuntalar a Macri’

El Presidente busca capitalizar el anuncio del paquete económico. Candidatos oficialistas repetirán que las obras hechas fueron gracias a Nación. Bullrich, de recorrida al Conurbano.

El Gobierno no quiere que los anuncios que se están preparando para el miércoles sean interpretados como un gran plan, sino como un paquete de medidas ideadas para alivianar los efectos de la crisis económica. Sin embargo, el plan que se está desarrollando desde la Casa Rosada es el que busca apuntalar la candidatura a la reelección de Mauricio Macri. Todos los pasos recientes van en esa línea y obedecen a un crudo diagnóstico: su equipo esperaba que después del verano la imagen empezase a levantar, pero la alta inflación sería la responsable de demorar ese crecimiento. Anuncios de gestión, estrategias de campaña y recorridas de funcionarios se acumulan con ese objetivo.

Así como desde el Ministerio de Hacienda repiten que la actividad económica ya tocó un piso y acumula tres meses de crecimiento consecutivo (marzo, por la devaluación, podría dar malas noticias de nuevo), en la Casa Rosada esperaban que la aprobación de la gestión de Macri también repuntara. Sabían que los primeros meses del año acumulaban malas noticias por el aumento de las tarifas, pero no contaban con una inflación de alimentos tan elevada.

Vidal bajó el discurso: "Nada hubiera sido posible sin el apoyo del Presidente"

Por eso, apuntalar a Macri se vuelve cada vez más imperioso. Marcos Peña y compañía suelen decir que la gente define su voto por lo que pasa en los últimos cien días y que las elecciones se ganan el día de la votación. El viernes, en diálogo con los candidatos “sin tierra” de Cambiemos, insistió con que seis meses es mucho margen. Sin embargo, el reloj empieza a contar y ya para junio, cuando se cierren las listas, Macri tiene que dar señales de mayor fortaleza.

En conferencia de prensa, Peña fue claro con que los anuncios iban a ser responsabilidad del Presidente. Inflación, consumo, créditos, tarifas, construcción, medicamentos, impuestos, pymes, todas palabras con las que el Gobierno viene teniendo problemas y ahora buscará dar un respiro.“¿El eje de la campaña va a seguir siendo ‘sigan sufriendo’?”, preguntó un gobernador la semana pasada durante la cena con Peña y Rogelio Frigerio y mientras reclamaba una actitud más “proactiva” del Gobierno.

Macri aceptó que “la mano está dura” y Peña pidió una campaña “vietnamita”

Campaña. El plan para apuntalar a Macri no se agota solo en la gestión. El diseño de la campaña apunta también a fortalecer las cosas positivas que puede mostrar el Gobierno y apela –sobre todo en la provincia de Buenos Aires– a asignarlas directamente a Macri. Lo expuso sin medias tintas María Eugenia Vidal el viernes en Olivos, cuando les hablaba a los candidatos de Cambiemos: “Nada de lo hecho en la Provincia hubiera sido posible sin el apoyo del Presidente”. Esa bajada de línea se va a replicar ahora en los distritos, en cada timbreo, en cada volanteada, sobre todo para aquellos votantes que tienen una buena imagen de Vidal pero no de Macri. 

Eso va de la mano con el objetivo de hacer campaña destacando las obras hechas. Hace unas semanas, un candidato del Conurbano le llevó al jefe de Gabinete de Vidal, Federico Salvai, los diferentes modelos de folletos que armó con las obras realizadas con fondos de Nación y Provincia en su municipio. Se llevó la aprobación. Este año ya no les sirve hacer campaña con la imagen de la gobernadora (que sigue siendo la dirigente nacional con mayores niveles de aprobación), sino que necesitan aportar para levantar a Macri, ya que será quien encabece la boleta.

La campaña también implica que los funcionarios, sobre todo de determinadas áreas, también empiecen a levantar el perfil para apuntalar a Macri.

El caso más importante será el de Patricia Bullrich, quien el lunes 22, después de Semana Santa, empezará a implementar una agenda de dos o tres visitas por semana a algún distrito del Conurbano. Empieza por Tigre. Fue algo que contó con el aval del tándem Vidal-Salvai, a pesar de las diferencias que la ministra y la Gobernación tuvieron en los últimos tiempos.

En este caso, el objetivo es fortalecer la campaña en torno a la política de combate contra la inseguridad. La imagen de Bullrich en el Conurbano, según fuentes del oficialismo, es alta. Y la meta es poder llegar con más fuerza a los sectores medios bajos, que tienen una particularidad: por un lado son los que más elogian la lucha contra el narcotráfico y la mano dura porque sufren a diario los estragos de la inseguridad, pero por el otro son los más afectados por la crisis económica, ya que no tienen ninguna red de contención, no acceden a la tarifa social y muchas veces trabajan en la informalidad. Vidal también aporta su discurso en ese punto: “La pelea contra las mafias también fue con el acompañamiento de Macri”.

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