“La mayoría de los sacerdotes de San Luis puede perdonar el aborto”

“La mayoría de los sacerdotes de San Luis puede perdonar el aborto”

El obispo explicó por qué el Pontífice facultó a los curas a absolver a quién esté arrepentido.

El martes 1° de setiembre el Papa Francisco hizo pública una carta donde se refirió a quienes “viven el drama del aborto” y autorizó a todos los sacerdotes católicos a absolver de ese pecado a quienes lo hayan practicado y que arrepentidos de corazón pidan su perdón. Pero el obispo de San Luis, Pedro Daniel Martínez, destacó que “esto no es una novedad porque hoy en muchas diócesis también se les concede a todos los sacerdotes esta posibilidad. El pecado del aborto siempre se ha podido perdonar y siempre hay curas que lo han hecho. Lo que se perdona es la excomunión y después el pecado”. También explicó que esto se hace “para ayudar a todas esas personas que realmente se sienten mal y que se han dado cuenta de la gravedad de haberlo hecho. Pero insisto en que siempre se ha podido perdonar. Y la mayoría de los sacerdotes de San Luis tienen esas licencias para hacerlo”. 

Sobre la resolución que fue notificada al arzobispo Rino Fisichella, presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, Monseñor Martínez expresó que “el aborto es algo gravísimo y el Papa en esa carta dice dos cosas: que muchos lo cometen sin tener conciencia moral de lo que han hecho y por otro lado, hay personas que han sido llevadas a cometerlo por distintas razones que Dios conoce bien porque él llega al corazón de cada uno. Y la Iglesia nunca va a juzgarla”. 

Esta decisión del Pontífice motivó a que el obispo explicara el contexto general en que se toma esta medida: “El poder para perdonar los pecados lo tienen los apóstoles y sus sucesores, es decir los obispos. Cuando uno se ordena sacerdote está ordenado al sacrificio de la santa misa y a poder predicar en público. También a dispensar los sacramentos como el bautismo, matrimonio, bendiciones o la unción de los enfermos. Pero para confesar y poder absolver los pecados, que es el sacramento de la reconciliación, se necesita un acto distinto de parte del obispo. Porque éste es quien lo ordena como sacerdote y le dice que como sucesor de los apóstoles él no puede llegar a todos los fieles, por eso le confiere las licencias ministeriales. Y éstas pueden ser restrictivas porque si bien pueden perdonar los pecados, no pueden hacerlo en aquellos que se denominan reservados y que quedan sólo a la voluntad del obispo y la Santa Sede”. 

El jefe de la Iglesia de San Luis aclaró que “existen seis pecados  graves que llamamos `delitos´ porque tienen anexa una pena especial que es la excomunión `ipso facto´ y están reservados a la Santa Sede. El aborto es un pecado grave y la Iglesia aclara que tiene que ser directamente intentado y no por otro motivo”. Y ejemplificó que “si una mujer está sometida a una operación por un cáncer de matriz y cuando los médicos intentan quitar ese tumor producen el aborto, esto no se lo considera un pecado”. 

Además recordó que “en nuestra Iglesia es costumbre que el obispo le diga al cura recién ordenado `puedes absolver todos los pecados, pero el aborto no´. Aunque siempre hay sacerdotes como los párrocos, los que tienen más años en el trabajo pastoral o los decanos que sí lo pueden hacer. Siempre se puede perdonar y siempre se ha perdonado el aborto”. 

El obispo señaló que quien incurre en la pena de excomunión debe ser una persona mayor de 18 años que además tenga conocimiento de que la Iglesia ha dispuesto esta condena especial para quien provoca un aborto. “Si yo sé que existe la excomunión, soy mayor de edad y hago el aborto directamente intentado, recibo esa pena eclesiástica”, señaló Martínez. 

También opinó que el problema del aborto se produce porque “hay un problema con las leyes y es que quieren habituarnos a hacer algo que está en contra de la misma conciencia. Porque hay algo natural que no podemos cambiar por ley. Porque la mayoría decida que a partir de ahora no existe más la ley de la gravedad, no se logrará que deje de existir. Aún cuando pongan preso al que diga que la ley de la gravedad todavía existe”. Además enumeró que desde el Concilio Vaticano II “la Iglesia ha dicho que es un crimen nefasto. Porque es matar a una persona inocente que además no se puede defender. Es terrible el aborto directamente intentado”.

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