Durante la reciente votación en el organismo de Naciones Unidas Italia se abstuvo, pero el primer ministro Matteo Renzi explicó posteriormente que se trató de una acción llevada a cabo  “de acuerdo con la “posición tradicional en el sentido de que Italia votó esta manera de forma automática en el pasado”, es decir, en línea con el resto de los países de la Unión Europea”. Renzi aseguró que esta línea política será revisada.

En la conversación con Netanyahu, Renzi reiteró sus dichos acerca de que la resolución de la Unesco es “un caso alucinante, incomprensible, inaceptable y equivocado”. 

Según un comunicado de la oficina del primer ministro Netanyhau, Renzi aseguró que “decir que el pueblo judío no tiene conexión con Jerusalem es como decir que el sol oscurece”.

Por su parte, Netanyahu aseguró durante la conversación que “incluso el teatro del absurdo tiene límites” y que fue muy importante que los “países que se respetan a sí mismos y respetan la verdad no participaran en él”. El mandatario añadió que no se trata de una cuestión política sino de hechos históricos.

Por su parte, el primer ministro italiano aseguró que en el futuro actuará para tratar de influir en la posición de otros países europeos en votaciones similares y que discutirá este asunto con el ministro de Relaciones Exteriores de su país, Paolo Gentiloni.