Macri y Vidal, únicos liderazgos blindados de PASO en Cambiemos

Macri y Vidal, únicos liderazgos blindados de PASO en Cambiemos

Marcos Peña sentó a comer a radicales y lilitos en Casa Rosada en el debut 2018 de la mesa de coordinación política. Estiran definiciones en Córdoba donde se acumulan candidatos oficialistas.

 

A diferencia de 2015, el próximo año no habrá PASO en Cambiemos para definir la fórmula presidencial. En el almuerzo de ayer en Casa Rosada, Marcos Peña desempolvó la mesa política de coordinación con los socios de la UCR y la Coalición Cívica para dejar apenas dos certezas: el liderazgo de Mauricio Macri será indiscutido para buscar la reelección con el apoyo explícito de todos los integrantes de Cambiemos. Y, más allá de la presidencial, el único distrito donde ni radicales ni lilitos podrán pedir interna será la provincia de Buenos Aires.

En la comida lo único que quedó en claro para la UCR y la Coalición Cívica es que los liderazgos de Macri y Vidal no se tocan. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en cambio, el PRO comenzó a digerir la idea de concederle al radicalismo porteño la posibilidad de definir candidato/a en las PASO. Allí Horacio Rodríguez Larreta podría enfrentar a Martín Lousteau, una concesión que le macrismo acepta después de la pérdida de liderazgo y volumen político que sufrió el ex Ministro de Economía de Cristina de Kirchner en las legislativas del año pasado.

Diagnóstico

"Acordamos bajar un mensaje de unidad en los 24 distritos. Después vamos a ver si a partir de un diagnóstico de cada territorio sirve armar primarias para definir los candidatos", explicó Francisco Quintana, secretario general del PRO y comensal junto a Peña, Rogelio Frigerio, el radical Mario Negri y los "lilitos" Maximiliano Ferraro y Maricel Etchecoin. Más allá de las declaraciones de rigor, la tensión de los socios radicales y cívicos apunta a los distritos donde ya manda un gobernador de la UCR. Es el caso de Mendoza donde Alfredo Cornejo no tiene reelección y Jujuy, gobernada por Gerardo Morales. Al "Coya" Morales, el más versátil mandatario radical ante la Casa Rosada, le respetarían el derecho a la reelección. El caso mendocino no está resuelto y en el PRO ya hace precalentar al histórico Omar De Marchi. En los pasillos de la Casa Rosada no toman en serio la posibilidad de incorporar a un radical a la fórmula presidencial que encabezará Macri el próximo año. El problema no es personal, no se trata de un descrédito hacia Cornejo sino de la estructura de gobernabilidad que pretende mantener el Poder Ejecutivo Nacional con una fórmula PRO pura.

A Cornejo lo imaginan ocupando un Ministerio a partir de diciembre del año próximo. Corrientes, donde gobierna el radical Eduardo Valdés, no tiene elecciones el próximo año. El resto de los distritos, por ahora con la excepción de Nación, provincia de Buenos Aires y Jujuy, está abierto a definiciones. En Córdoba por ejemplo no hay primarias. Allí se disputan la sucesión del peronista Juan Schiaretti dos radicales como Negri y Ramón Mestre, además de Luis Juez y el macrista Héctor Baldassi. UN esquema de fórmulas cruzadas podría pacificar la sorda pero aguda interna de Cambiemos en el segundo bastión electoral del país. De hecho, más allá del encuentro que mañana mantendrán en la sede de Cambiemos en la calle Balcarce, la mesa política tendrá su próxima reunión formal en Córdoba.

El fin de semana pasado, en Mendoza, se celebró una cumbre radical en donde Alfredo Cornejo reclamó que la UCR tenga un rol "más protagónico" dentro del Gobierno nacional, y cuestionó que la fórmula presidencial actual no es "equilibrada".

También reapareció Ernesto Sanz, exsenador nacional por la UCR y uno de los fundadores del acuerdo fundacional de Cambiemos en Gualeguaychú. El ex candidato presidencial que en 2015 perdió la PASO ante Macri se quejó de que la coalición oficialista es "más parlamentaria que ejecutiva". Eso "hay que revisarlo porque el radicalismo está pidiendo fichas en la toma de decisiones", señaló el dirigente radical, quien consideró también que aún Cambiemos "no es" una "coalición política estable", por lo que tiene "un gran desafío por delante".

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