Macri o Macri: en CAMBIEMOS no hay opción ¿Y Arroyo?

Macri o Macri: en CAMBIEMOS no hay opción ¿Y Arroyo?

La estrategia es disciplinar caso por caso, nadie debe quedar afuera. La táctica para hacerlo depende del distrito. Hay una fórmula que aún a costa de excesos será aplicada. Todos deben sumar para la reelección del presidente de la Nación. Esa es la canasta donde todos ponen, es la única prioridad.

 

Los desplantes que se prodigan el intendente Carlos Arroyo y Maria Eugenia Vidal, también tendrán su lugar. Aunque ahora, en la cuenta regresiva, el tamiz será una zaranda que arrojará malestares con otros resultados. ¿Tregua? Sólo razones de urbanidad política y la aparición de nuevos actores, con una línea que baja de Balcarce 50.

Los gestos no pasarán ni disimulados ni desapercibidos. Los activistas que apuntan a CAMBIEMOS irán sobre el Talón de Aquiles de la coalición en Mar del Plata, que ya ha tomado estado nacional, hasta por lo ordinario resulta una adversidad para las partes. La candidatura de Montenegro, definitivamente no prosperó y ahora todos los jugadores deben salir a la cancha, para consolidar el rumbo político a través del trascendente acto electoral.

Hay algún extravío, inducido por diversos intereses, que ha conspirado contra la gestión municipal. Una amplificación rentada de los problemas, que se sumó a un coro estable ávido de recuperar espacios que tenían y que los perdieron en 2015 y 2017, a manos de Arroyo ¡¡¡se quieren matar!!! Esta es la única verdad. Nadie asume que se debió quedar afuera, la política es extravagantemente egoísta y mezquina, nunca generosa, no confundir con acomodos.

En el comando del PRO, con regañadientes observan cómo  evoluciona el caso Mar del Plata. Se lo considera un accidente con fracturas múltiples, propio de un flamante conductor/a. En este caso Vidal, desembarcó en la Provincia y encabezó un fenómeno político en la previa del 2015. Hoy todavía está descubriendo los nichos del peronismo desde 1987. Todos los vicios, con los cuales algunos de sus colaboradores se identifican y hasta propician.

El consumo de encuestas y sondeos, con mayor o menor rigor científico tienen una coincidencia: entre Macri y Arroyo hay una cabeza a cabeza en el nivel de desencanto. La disconformidad se siente hasta en los votantes propios. Son andariveles por los cuales no transita la gobernadora, lo cual le permite permanecer indemne a los déficits de gestión que le son atribuibles.

Claro que aparece bendecida, es una cabal ganadora a la hora de construir una imagen que todavía devuelve confianza, mantiene esperanza y conserva ilusiones. El NO rotundo al desdoblamiento tiene sus razones y hay que hallarlas en este mismo párrafo. El adelantamiento era como ir por afuera. Y esta herida que se abrió todavía no está cerrada, la política no adolece de mala memoria y hay protecciones que saltarán oportunamente.

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