Luego de octubre: qué harán los intendentes

Luego de octubre: qué harán los intendentes

Algunos intendentes peronistas temen que Cambiemos logre una victoria en octubre, y negocian cómo seguir después de la elección y abren el diálogo con sectores de Sergio Massa para que forme parte de un acuerdo amplio del peronismo bonaerense que los ponga competitivos para la pelea del 2019 por la gobernación. ¿Qué posturas toman?

 El estado general en Unidad Ciudadana es de desánimo. Un intendente blanqueó que creen que la elección fue mala y que Cristina Kirchner está ahora en una posición de desventaja contra Esteban Bullrich, porque -aún si la ex Presidenta ganara por un punto- creen que "ya no cambia nada".

El último corte de las encuestas que realiza Durán Barba, que manejaban este miércoles en la Rosada daba a Bullrich ganador por 38.7 contra 35.2 de Cristina. En tanto, Massa bajaba a 9.7 y Randazzo a tres. "Se cerró ayer e incluye el efecto Maldonado y los desmanes en Plaza de Mayo del viernes", dijeron, mientras que resaltaron que había un "gran número de indecisos" -unos 10 puntos-, un target ideal al que apuntan en el Gobierno.

Hay un reproche concreto de los intendentes hacia Cristina: se quejan de que no le gustan las recorridas y por eso casi no hizo campaña en el territorio. Le reconocen que, como un guiño a los intendentes, hace poco accedió a bajar a municipios de la Primera y la Tercera para reunirse con ellos, pero esperaban que accediera a tener más presencia en el interior bonaerense y que realizara más caminatas como hacen los candidatos de Cambiemos.

Es que, en este diagnóstico, los intendentes piensan que la única vía para crecer es el interior, ya que en el Conurbano podrían -con esfuerzo- sumar algunos votos, pero no marcar la diferencia porque allí las cartas ya están echadas. "El Conurbano ya dio todo lo que podía dar", sentencian. El reclamo es que le acercaron a Cristina muchas ideas para crecer en el interior, incluso de la mano de propuestas culturales, pero si bien la ex presidenta escuchó atenta, nunca se avanzó.

"Cristina va a seguir existiendo después de octubre, pero el kirchnerismo no", fue la lectura de otro intendente. En ese sentido, detalló que la ex Presidenta no dejará de ser una figura política importante, pero hizo un análisis distinto respecto a La Cámpora al considerar que esta fue "la última elección de la historia del peronismo" en la que la organización de Máximo Kirchner tuvo un rol tan gravitante.

Según esa fuente, Cristina reconoció una crítica al decir que en este proceso de la campaña y la candidatura hubo un problema con los "interlocutores" que ella eligió. "La fuimos a buscar, la necesitábamos. Nos dejó competitivos pero también queda claro que es un proceso que terminó", agregó otro de los intendentes consultados y admitió que el eje del debate ahora vuelve a ser la renovación del peronismo. Un intento frustrado de los intendentes tras la derrota del 2015, cuando terminaron divididos en distintos subgrupos.

Ayer, los jefes comunales dieron una muestra de sus negociaciones en marcha, con una foto de unidad. En un acto en memoria de Antonio Cafiero en San Isidro, volvieron a mostrarse juntos, como desde hace meses no sucede, con la frutilla de sumar al massista Julio Zamora, intendente de Tigre y muy querido por sus pares peronistas.

Al evento al que convocó el intendente de Merlo, Gustavo Menéndez, estaba previsto que asistan Martín Insaurralde y Gabriel Katopodis, que finalmente no estuvieron. Sin embargo, hasta esta mañana se especulaba con que iría el intendente de San Martín y desde su entorno confirmaron que sigue trabajando en "el colectivo de intendentes que buscan la renovación".

La invitación a Zamora también se explica por el diálogo de los intendentes con Massa. En este gran acuerdo se habla de cuatro posibles candidatos a gobernador: Massa, Insaurralde, la matancera Verónica Magario y comienza a surgir la propuesta de que sea Menéndez. En rigor, el intendente de Merlo es la figura con la que sus pares del ya viejo grupo Fénix buscan negociar el poder.

Los intendentes cuentan que en sus conversaciones con Massa tienen un punto de fricción. Le pidieron que corte con el monólogo de la corrupción y de meter presos a los que robaron, uno de sus ejes de campaña. "Cuando decís eso, hablas de nosotros los peronistas", le dijeron. El tigrense accedió a bajar el tono, pero tiene el límite de su aliada Margarita Stolbizer, cuyo discurso se basa en criticar a Cristina.

Ante este panorama, los intendentes describen que Cristina también está decaída. "No tiene una actitud triunfalista, hasta dice que no quiere ser candidata en 2019", dijeron.

Pero la idea que mantiene la ex presidenta de mantener y nacionalizar Unidad Ciudadana después de Octubre, plantea una diferencia importante con los planes de los intendentes. Esta iniciativa es incluso resistida por un sector del camporismo "racional", que es más proclive a un gran acuerdo del peronismo con Massa y que integra el intendente de Mercedes, Juan Ustarroz, cercano al diputado Wado de Pedro, uno de los que más festejó la foto de unidad en el homenaje a Cafiero.

La propia Cristina no rechaza la posibilidad de un acercamiento a Massa. No lanza críticas en las reuniones y desde hace tiempo hizo guiños de acercamiento, a su estilo. "Es un buen candidato, pero cuando lo raspas le falta consistencia", suele decir sobre su ex jefe de Gabinete.

Los intendentes le respetan a Massa que trató de construir su propio camino político y no se sometió a los planes del macrismo. Por eso, en lo que coinciden casi todos los intendentes es en su rechazo a Florencio Randazzo: le reprochan que quedó demasiado en evidencia que fue un "dispositivo del Gobierno" para frenar al peronismo y que ya no tiene vuelta atrás.

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