Luego de ser blanco de ataques, el Papa recibe el apoyo del consejo de cardenales

Luego de ser blanco de ataques, el Papa recibe el apoyo del consejo de cardenales

El llamado C-9 respaldó la obra de Francisco después de una nueva ola de críticas de los sectores conservadores de la Iglesia

 

Por Elisabetta Piqué 

Diez días después de la aparición de una inédita pegatina de afiches anti-Francisco y luego de ataques en blogs y sitios ultraconservadores, el denominado C-9 -el consejo de nueve cardenales que ayuda a Jorge Bergoglio en la reforma de la curia y el gobierno universal de la Iglesia- le dio ayer un explícito espaldarazo al Papa.

"En relación con episodios recientes, el Consejo de Cardenales expresa su pleno apoyo a la obra del Papa, asegurando al mismo tiempo adhesión y sostén plenos a su persona y a su magisterio", declararon los purpurados, en un comunicado difundido por la Santa Sede.

El C-9, que está reunido por decimoctava vez en el Vaticano desde ayer y hasta mañana, está coordinado por el hondureño Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, que, según el mismo comunicado, también agradeció al Papa en nombre de los demás miembros por sus palabras en el discurso navideño a la curia romana del 22 de diciembre pasado.

Resistencias

En ese discurso, el Papa sorprendió al denunciar las resistencias "ocultas" y "maliciosas" a su proceder y reivindicó la reforma de la curia emprendida, que definió, ante todo, como "un camino de conversión".

En un evidente desafío a su autoridad y magisterio, cuatro cardenales conservadores le escribieron a Francisco el año pasado una carta en la que le pidieron que aclarara cinco "dudas" respecto de la interpretación del capítulo octavo de la exhortación apostólica Amoris Laetitia, sobre el amor en la familia, que abre las puertas a los divorciados vueltos a casar, pero para ellos resulta "ambiguo".

Los cuatro purpurados -el italiano Carlo Cafarra, arzobispo emérito de Bologna, el estadounidense Raymond Burke y los alemanes Walter Brandmuller y Joaquim Meisner- le entregaron la epístola al Papa el 19 de septiembre pasado. Pero como no obtuvieron respuesta, meses después decidieron hacerla pública.

En los afiches aparecidos hace diez días en las calles de la capital italiana, escritos en romanesco, el dialecto local, se cuestiona al papa argentino haber "intervenido congregaciones, removido sacerdotes, decapitado la Orden de Malta y a los Franciscanos de la Inmaculada, ignorado cardenales". Esto último, en alusión a la carta no respondida de los cuatro purpurados "rebeldes".

Trascendió, de hecho, que al enterarse de la aparición de los afiches en romanesco, el Papa "se rió muchísimo".

Comentá la nota