Llegaron los jóvenes de Francisco

Llegaron los jóvenes de Francisco
Alrededor de 230 personas arribaron este martes a las 19.30 a la Catedral Metropolitana de la capital entrerriana. La mayoría agotados por las jornadas vividas en Río de Janeiro, pero muy felices por la experiencia y alegres por haber visto al Papa.
Cuatro colectivos de larga distancia llegaron a la Catedral Metropolitana de Paraná, proveniente de Río de Janeiro, donde alrededor de 230 entrerrianos vivieron la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Católica en Brasil.

Este martes llegó ese número de personas a Paraná, pero alrededor de 500 entrerrianos son los que disfrutaron a pleno la Jornada Mundial de la Juventud Católica en Brasil. Algunos decidieron volver antes en avión que aterrizó en Rosario y otros se quedaron disfrutando del país carioca.

Todos contentos y emocionados, mucho por contar y con lindos recuerdos para almacenar. El sacerdote de la Parroquia San José Obrero de Paraná, Germán Brusa, habló con UNO y descrió la experiencia como inolvidable: "Lo más lindo fue estar ahí, donde estaba el Papa argentino".

El grupo de la Arquidiócesis de Paraná, que partió el viernes 19 a la medianoche luego de tener la misa de bendición encabezada por el monseñor Puiggari, llegó el lunes a Río de Janeiro y ahí empezó la aventura. Todos se alojaron en un colegio de Santa Cruz a 70 kilómetros de Copacabana y todos los días tenían que viajar en tren durante dos horas para llegar al lugar donde se concentraban todas las actividades del JMJ.

Algunos estuvieron más cerca del papa Francisco, otros más lejos, pero lo importante fue "la experiencia de haber estado ahí, en Río de Janeiro disfrutando y compartiendo, viviendo una experiencia maravillosa", dijo el sacerdote Germán Brusa.

"Partimos paranaenses, gente de Feliciano, La Paz, Crespo, y muchas otras localidades de Entre Ríos, algunos nos conocíamos y otros no, pero lo más lindo es que la religión nos unió", explicó el sacerdote.

Juana estudiante de maestra jardinera de 23 años, comentó: "La mayoría éramos jóvenes entre 20 y 25 años, había algunos estudiantes de secundaria, pero la mayoría universitarios. Adultos había muy pocos, entre ellos se destacabán las monjas y los sacerdotes".

La JMJ empezó oficialmente el martes 23 y finalizó el 28 con distintas actividades para realizar durante el día, como catequesis por la mañana y teatro, shows de música y misas por la tarde. Río de Janeiro explotó de feligreces, se estima que hubo alrededor de 3 millones y dentro de ellos 50 mil eran argentinos.

Peter, estudiante de Informática de 22 años, recalcó: "La organización fue buena aunque tuvo algunas falencias. Me parece que los sobrepasó, ellos esperaban en un principio alrededor de un millón de jóvenes acercándose a dos, pero al final éramos como 3 millones".

Muchos argentinos y brasileros, también algunos venezolanos y colombianos; la mayoría eran latinoamericanos al igual que el papa Francisco "el primer Papa Latinoamericano", afirmó Esteban, estudiante de Arquitectura de 24 años, y agregó: "También había gente de Europa, Irak, Estados Unidos. Había gente de todos lados, pero sin lugar a dudas había muchos argentinos y brasileros".

El sacerdote German Brusa señaló que lo más lindo fue la atención de parte de todos los presentes, contó que los reconocían como los argentinos del Papa. "Mucha calidad humana, gentileza y buena onda", indicó.

"La fe mueve montañas, la fe nos hace cometer locuras", afirmó Ludmila, estudiante de Informática de 22 años. A lo que dijo adhirió el sacerdote: "Nos levantábamos todos los días muy temprano, tomábamos el tren y viajábamos dos horas diarias, hicimos la vigilia bajo la lluvia y caminamos durante horas, pero todo valió la pena ya que vivimos algo hermoso".

Haber compartido con otros, haber disfrutado de una experiencia inolvidable, ver al papa Francisco en vivo y en directo y haber realizado distintas actividades forman parte de innumerables sensaciones por haber participado de la Jornada Mundial de la Juventud Católica

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