El llamado del Papa por Siria: cese el fuego inmediato

El llamado del Papa por Siria: cese el fuego inmediato

Al final de la Audiencia general de ayer, Francisco volvió a hablar sobre el «conflicto inhumano» y pidió «la evacuación de los civiles, sobre todo de los niños», todavía atrapados bajo las bombas.

IACOPO SCARAMUZZI - CIUDAD DEL VATICANO

Nuevo llamado del Papa por Siria. «Quiero subrayar e insistir en mi cercanía a todas las víctimas del inhumano conflicto en Siria», dijo Papa Francisco al final de la Audiencia general de hoy en la Plaza San Pedro. «Es con sentido de urgencia que renuevo mi llamado, implorando —dijo el Pontífice—, con todas mis fuerzas, a los responsables para que se llegue a un inmediato cese al fuego, sea impuesto y respetado por lo menos durante el tiempo necesario para permitir la evacuación de los civiles, sobre todo de los niños, que todavía están atrapados bajo los bombardeos sangrientos».

El domingo pasado, Francisco anunció que el primero de los 17 nuevos cardenales que creará con el Consistorio del próximo 19 de noviembre es monseñor Mario Zenari, «que sigue siendo Nuncio Apostólico en la amada y maltratada Siria». «Sin un acuerdo entre los países de la región, será difícil construir la paz», declaró el futuro cardenal.

El tema de Siria ha vuelto varias veces a ocupar la atención y el discurso del Papa, como durante la visita a Asís, cuando participó en un encuentro interreligioso promovido por los Franciscanos y la Comunità di Sant’Egidio en el 30 aniversario del primer encuentro convocado por Juan Pablo II en 1986.

Durante la audiencia general del pasado 28 de septiembre, el Papa recordó en particular la situación de la ciudad de Alepo: «Expresando profundo dolor y viva preocupación por lo que sucede en esta ya maltratada ciudad, en donde mueren niños, enfermos, enfermos jóvenes, viejos, todos… renuevo a todos el llamado a comprometerse con todas las fuerzas en la protección de los civiles, como obligación imperativa y urgente. Y apelo a la conciencia de los responsables de los bombardeos, que tendrán que rendir cuentas ante Dios».

Un día después, el 29 de septiembre, el Papa volvió a reflexionar sobre la situación en Siria e Irak, durante la audiencia que concedió a los organismos caritativos católicos que trabajan en el contexto de la crisis humanitaria en esos países. En esa ocasión, Francisco agradeció particularmente a las Naciones Unidas «por el trabajo de apoyo y de intermediación con los diferentes gobiernos para que se acuerde el fin del conflicto y se ponga finalmente en primer lugar el bien de las poblaciones inermes». El Papa subrayó que «a pesar de todos los esfuerzos prodigados en diferentes ámbitos, la lógica de las armas y del sometimiento, los intereses oscuros y la violencia siguen devastando estos países». El Papa se refería en particular al «reciente ataque contra un convoy humanitario de la ONU… Es la experiencia —aclaró— de ese “mysterium iniquitatis”, de ese mal que está presente en el hombre y en la historia y que debe ser redimido. ¡Destruir por destruir!».

Y posteriormente, el 30 de septiembre, en un pasaje de una oración que pronunció durante la visita a la iglesia de San Simón Bar Sabbae de Tiflis, en Georgia, el papa rezó de esta manera: «Señor Jesús, extiende la sombra de tu cruz sobre los pueblos en guerra: que aprendan el camino de la reconciliación, del diálogo y del perdón; haz experimentar el gozo de tu resurrección a los pueblos desfallecidos por las bombas: arranca de la devastación a Irak y Siria; reúne bajo la dulzura de tu realeza a tus hijos dispersos: sostén a los cristianos de la diáspora y concédeles la unidad de la fe y del amor».

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