Los juicios contra ambos reflejan dos líneas rojas de Francisco: la corrupción y los abusos

Se antojan sombras en el futuro judicial de dos de los más altos representantes de la Iglesia católica. Este martes, en Roma y Melbourne, dos cardenales, Tarcisio Bertone y George Pell, se encontrarán en el centro de las miradas de quienes luchan contra la corrupción y los abusos a menores, dos de las líneas rojas en el Pontificado de Francisco.

El ex secretario de Estado, como beneficiario de la malversación de fondos del hospital pediátrico del Vaticano (para financiar las reformas de su lujoso ático), y el cardenal australiano, acusado de abusos sexuales a menores.

Así, esta mañana el Tribunal Vaticano juzgará al expresidente del Bambino Gesú, Giuseppe Profiti, y al extesorero del centro, Massimo Spina, acusados de desviar donaciones al hospital para renovar la residencia de Bertone.

Profiti, al que Bertone nombró presidente del hospital en 2008, ha dijo que los 422.000 euros de fondos de la fundación del hospital utilizados para remozar la casa de Bertone fueron una inversión porque pensaba utilizar el lugar para actos de recaudación de fondos para el hospital.

El sucesor de Bertone como secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, ha dicho que el juicio demuestra la transparencia que el papa Francisco quiere llevar a las finanzas de la Iglesia católica. "Es apropiado que todo el mundo rinda cuentas por su comportamiento", recalcó el número dos de la Santa Sede. Y es que, como no podía ser de otro modo, las cosas están cambiando, y mucho, tras los muros vaticanos.

No deja de ser interesante que, en el caso del ex secretario de Estado, sea la Santa Sede la que anuncie y prepare el juicio, algo que hace apenas cuatro años era prácticamente impensable. Los únicos procesos judiciales de los que se ha tenido conocimiento mediático han sido los dos "Vatileaks", el del famoso Paolo Gabriele, con Benedicto XVI; y el más reciente, ya con Francisco, y que involucraba al español Lucio Ángel Vallejo Balda, y a la italiana Francesca Chaouqui (Por cierto, ¿se ha tragado la Tierra a la publicista?).

En lo tocante al "superministro de finanzas" vaticano en excedencia, ha sido la propia Radio Vaticana la que ha anunciado que hoy "tendrá lugar la audiencia preliminar del proceso a cargo del Cardenal George Pell, Prefecto de la Secretaría para la Economía, por casos de abuso contra menores".

"Los hechos contestados se remontan a la década de los años 70, cuando el Purpurado era sacerdote. El pasado 29 de junio, la Oficina de Prensa de la Santa Sede difundió un Comunicado en el que se lee que "el Santo Padre, informado de esto por el mismo Cardenal Pell, le ha concedido un período de licencia para poder defenderse"", dice la nota vaticana. El 26 de julio será el juicio y, a partir de ahí, podamos saber más de quien seguramente haya sido el gran error del Papa Francisco a la hora de elegir hombres de su confianza.

Mientras tanto, no cabe duda, el sistema funciona. Y pide responsabilidades. Y que sea la justicia (la civil, en ambos casos) quien establezca culpables o inocentes.

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