Jueces en el Vaticano

Jueces en el Vaticano

Francisco dialogó con un grupo de jueces y fiscales sobre la situación de los presos y su reinserción. Se mostró preocupado por el estado de las cárceles en el país.

El papa Francisco recibió ayer a un grupo de jueces y fiscales argentinos con quienes dialogó sobre un tema siempre presente en su agenda: las condiciones de detención de los presos y sus posibilidades de reinserción social. “Nos alentó a superar los desafíos y llevar adelante una tarea comprometida”, contó el presidente de la Cámara Federal de Casación Penal, Alejandro Slokar, quien encabezó la delegación de magistrados y reveló también que Jorge Bergoglio se mostró preocupado por el estado de las cárceles argentinas, a las que describió como “síntomas de lo que él define como cultura del descarte”.

Francisco estuvo con los jueces y fiscales argentinos en su audiencia de los miércoles y dialogó con ellos durante casi media hora. “Instó a la sociedad y al Estado, en definitiva, al trabajo principalmente en la recuperación, en la reinserción de aquellas ovejas descarriadas”, relató Slokar sobre la preocupación que una vez más manifestó el Papa acerca de la situación de las personas privadas de su libertad. En la homilía que dio antes de recibirlos, Bergoglio habló justamente sobre la oveja descarriada, y la actitud del pastor, justificando que deje al rebaño para salvar solo a una.

Además del titular de la Cámara Federal de Casación Penal, participaron de la audiencia un grupo representativo de la justicia penal argentina, integrado también por la jueza Angela Ledesma; el presidente de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional, Horacio Días; el presidente de la Cámara en lo Criminal y Correccional, Rodolfo Pociello Argerich; el juez de Tribunal Oral en lo Criminal Pablo Vega y la jueza de Ejecución Penal María Jimena Monsalve. Del Ministerio Público Fiscal estuvieron Enrique Senestrari y Josefina Minatta; el director general de Acceso a la Justicia, Julián Axat, y el funcionario de la Procuración Roberto Carlés. También fueron de la partida el presidente del Consejo de la Magistratura Miguel Piedecasas y el consejero Juan Bautista Mahiques. “Coincidimos con Francisco en la necesidad de redoblar los esfuerzos para alcanzar un abordaje integral sobre el sistema penitenciario que posibilite la real inclusión y reinserción social de los condenados para que, una vez que egresan, no vuelvan a delinquir”, dijo Mahiques.

El grupo le dio al Papa un crucifijo de madera que hecho por las mujeres detenidas en la cárcel de Ezeiza y cartas que ellas le escribieron. “Es moralmente inaceptable que mujeres embarazadas o niños menores vivan el encierro carcelario. Son ellas las que decidieron llevar mensajes por carta a Francisco junto con el crucifijo”, explicó Slokar.

Además de dialogar con el Papa, el mismo grupo de magistrados, junto con juristas italianos y españoles, presentó en Roma el libro “Por una justicia realmente humana”. Se trata de la obra editada para difundir el mensaje que el mismo Francisco dirigió a las cinco asociaciones mundiales que representan el derecho penal acerca de que “las deplorables condiciones de detención que se verifican en diversas partes del planeta, constituyen a menudo un auténtico rasgo inhumano y degradante”.

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