Los dos grupos presentaron una petición ante el Tribunal Superior de Justicia, exigiéndole que ordenara al Estado implementar un plan para construir un área de oración separada en el lugar sagrado, donde podrían adorar según sus propias creencias, con hombres y mujeres orando juntos.

El gobierno decidió congelar la implementación del acuerdo en junio después de enfrentar la presión de las partes ultraortodoxas. Descongelar la implementación del plan requiere una decisión gubernamental adicional. Mientras tanto, la situación en el Muro de los Lamentos permanece sin cambios, con hombres y mujeres a los que se les permite orar juntos solo en un lugar distante asignado para ellos.

 

Un panel ampliado de siete jueces escuchó la petición el domingo. Los peticionarios preguntaron a la presidente de la Corte Suprema Esther Hayut por qué a las Mujeres del Muro no se les permite llevar los libros de la Torá a un área separada en la que ahora rezan.

 

A su vez, Hayut preguntó al representante del estado, el abogado Nahi Benor: "Si de acuerdo con las reglas del Muro de las Lamentaciones fuera de los libros de la Torá no se pueden traer a la plaza principal, ¿por qué no permitir que las mujeres usen los libros de la Torá?", a lo que respondió claramente: "Porque los libros de la Torá están en la sección masculina".

 

Benor manifestó que el Estado desea llegar a un acuerdo con las Mujeres del Muro y el Movimiento de Reforma para evitar que imágenes embarazosas que salgan a la luz en los medios de comunicación de las fuerzas de seguridad que arrastran a los fieles fuera de la Plaza del Muro de los Lamentos.

 

"Hacer que la gente, muchas veces chicas jóvenes, sea arrastrada hacia afuera no es la forma ideal de hacerlo", criticó. La solución ideal, sugirió, era el área de oración en la parte sur del Muro de las Lamentaciones para servicios de oración igualitaria.

La abogada Orly Erez-Likhovski, que representa a los peticionarios, expresó que el área de oración del sur "está oculta detrás de muros y vallas para enviar un mensaje de que los peticionarios deben orar como leprosos. La ley promete que nuestros sentimientos no se vean afectados. Este es un derecho básico. Tenemos libertad de culto en el Muro Occidental".

El Estado, dijo ella, no implementa el plan "porque existe la preocupación de que los sentimientos de los fieles ortodoxos sean perjudicados. Acordamos, para evitar herir sus sentimientos, hacernos a un lado, pero el Estado decide 'tomar un camino separado y un arreglo desigual que te humilla '".

Además presentó a los jueces videos que muestran el área de oración separada, así como videos que muestran a los ultraortodoxos interrumpiendo su oración al comienzo de cada mes hebreo. Algunas de las peticiones pidieron que las mujeres oraran en el área de oración de las mujeres con chales de oración y libros de la Torá.

El rabino Gilad Kariv, el líder del Movimiento de Reforma, lamentó que "eualquiera que necesite pruebas de por qué el plan del Muro de las Lamentaciones debería implementarse en su totalidad debería ver los vergonzosos videos de la Plaza del Muro de los Lamentos. El gobierno israelí continúa brindando apoyo a los elementos extremistas que no tienen interés en el compromiso o el respeto mutuo ".

Continuó expresando su esperanza de que "el tribunal acepte nuestra posición y ordene al Estado que construya un área de oración igualitaria, que esté conectada y unida a la Plaza".

Anat Hoffman, líder de Mujeres del Muro, resaltó que los jueces de la Corte Suprema "vieron un video que demuestra la realidad de anarquía en el Muro de las Lamentaciones, documentando las interrupciones en las oraciones de Mujeres del Muro, mientras que la policía es impotente y no tiene la determinación de detenerlo".

Además, continuó, "los jueces vieron un video que demostraba que la solución que ofrece el Estado es la oración en un rincón remoto, un porche ubicado dentro de un sitio arqueológico".

Hoffman señaló que la audiencia dejó en claro que "el plan Kotel original -que surgió del diálogo, el compromiso y las consultas- es la solución correcta y digna. Cualquier otra solución es la capitulación ante la minoría haredí extremista, que se ha hecho cargo de este precioso recurso nacional que pertenece al pueblo de Israel y a todos los judíos de todo el mundo".