Jóvenes palestinos e israelíes juntos gracias a Scholas, la fundación del Papa

Jóvenes palestinos e israelíes juntos gracias a Scholas, la fundación del Papa

Scholas Occurrentes y la Universidad Hebrea de Jerusalén presentaron a Francisco una iniciativa interreligiosa que unirá a muchachos de ambos pueblos para que reflexionen, con actividades didácticas, sobre cómo se construye la paz

Por ANDRÉS BELTRAMO ÁLVAREZ

 

Una cátedra por la paz. O muchas. Más de 40 en diversos países del mundo. Proyectos de pensamiento, sí, pero también -sobre todo- acompañamiento especializado para acciones concretas en el campo social. Son las “cátedras Scholas”, una iniciativa de la fundación pontificia creada por el Papa para promover un cambio positivo en la eduación. Esta semana Francisco recibió a un grupo de directivos de la Universidad Hebrea de Jerusalén y bendijo un acuerdo que incluye, entre otras cosas, promover encuentros de paz entre jóvenes israelíes y palestinos. 

 

La reunión tuvo lugar el martes 7 de febrero en la residencia papal del Vaticano, la Casa Santa Marta. Estuvieron presentes Menahem Ben-Sasson, presidente de la Universidad Hebrea; el embajador Yossi Gal, vicepresidente de Relaciones Externas de esa casa de estudios; Menahem Blondheim y Naama Shpeter, respectivamente director académico y directora ejecutiva del Instituto de Investigación Harry S. Truman para a paz. Los acompañaron José María del Corral y Enrique Palmeyro, presidente y secretario de la fundación pontificia Scholas Occurrentes. 

 

Durante la conversación se presentó al Papa el próximo congreso de Cátedra Scholas, previsto del 2 al 6 de julio próximos justamente en Jerusalén. El lema de esa cita será: “La cultura del encuentro a través de la educación” y a la misma asistirán representantes de las universidades de diversos países del mundo que ya adhirieron al proyecto de las cátedras. Además, en esos días, se llevará a cabo el encuentro interreligioso de jóvenes israelíes y palestinos. 

 

Ante la presencia de Francisco se firmó un convenio entre las partes que incluye el trabajo con estos jóvenes no sólo los días del congreso, sino por un espacio de 12 meses. Los muchachos y muchachas estudiarán problemáticas comunes y buscarán, juntos, cómo hacer del mundo un lugar mejor. 

 

En la reunión del martes se habló cómo hacer que la religión sea vista como un camino para la paz y no un obstáculo. “La religión puede reunirnos y enseñarnos a crear los lazos de la amistad”, dijo Francisco. “Como dice el Papa, para que exista paz debe haber encuentro. Qué mejor que llevar este proyecto a la cuna del encuentro, la Tierra Santa”, aseguró José María del Corral, en entrevista con el Vatican Insider. 

 

El presidente de Scholas recordó que, en mayo de 2016, se lanzó en el Vaticano la iniciativa de las cátedras, gracias al involucramiento de universidades de varios países. Con la participación de académicos de la Lumsa de Roma se logró sistematizar el modelo y se propuso a cada institución interesada que eligiese uno o varios proyectos sociales para acompañar o patrocinar. 

 

“Hay 40 proyectos concretos distribuidos en todo el mundo, en (el congreso de) Israel se darán los informes sobre los avances en cada uno de estos. Se va a evaluar cómo están funcionando en concreto. Hay proyectos relacionados con el medio ambiente, sobre reflexión académica, paz, el impacto de la música en los jóvenes y otros”, añadió del Corral. 

 

Resulta interesante que el proyecto de las cátedras es el primero en el cual se ha invlucrado institucionalmente la Congregación para la Educación Católica del Vaticano. El secretario de esa sección, Angelo Vincenzo Zani, viajará también a Jerusalén. Todo un gesto de cercanía, sugerente si se toma en cuenta que, en sus inicios, Scholas se mantuvo totalmente al margen de la estructura de la Curia Romana, con consecuencias para nada positivas. 

 

Las controversias y recelos en torno a la labor de Scholas, sumados a su capacidad de maniobra, incluso a nivel político, terminaron por generar cortocircuitos entre el propio Papa y sus directivos. El ápice de estos malos entendidos se constató en la carta escrita en junio de 2016 a la cúpula, en la cual Francisco les advirtió ante la posibilidad de “resbalar en la corrupción”. 

 

Ese episodio, que derivó en la cancelación de algunas actividades posteriores y duras críticas en los medios de comunicación -sobre todo en Argentina-, constituyó la peor crisis institucional para la fundación. Y también un parteaguas. Desde entonces, Del Corral y Palmeyro se enfocaron en proyectos concretos (en Argentina y otros países), además de empeñarse en reconstituir una golpeada relación con el pontífice. 

 

Poco a poco lo han ido logrando, no sólo por reconocer los propios errores públicamente sino también por emprender acciones creativas y solidarias. Una de ellas, en diciembre pasado, cuando en las oficinas de la fundación ubicadas dentro del Vaticano (en el Palacio de San Calixto) fueron acogidos numerosos refugiados, algunos incluso en situación de calle. Ahí mismo, y con un permiso especial del Papa, festejaron la Navidad con juegos y distracción. 

 

En Buenos Aires, en las últimas semanas, el gobierno de la ciudad tuvo para con Scholas un gesto que pareció alejar el fantasma de aquella crisis de mediados de 2016, producto del rechazo a una donación millonaria ofrecida por el gobierno nacional argentino (del PRO, mismo partido que gobierno la capital). Fue el mismo Papa quien pidió no aceptar ese donativo, y la decisión fue presentada por la prensa como un “desplante" al presidente Mauricio Macri. 

 

Por eso resulta significativo que el gobierno haya decidido conceder a la fundación el espacio físico para una sede oficial. Ya se avanzó en la entrega de una porción ubicada en plena Villa 31, uno de los barrios carenciados de la ciudad. Ahí mismo, a un lado, está previsto que se mude el Ministerio de Educación local como parte de la dignificación global del barrio. 

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