Jornada mundial de oración por el cuidado de la Creación

Jornada mundial de oración por el cuidado de la Creación

Después de la Encíclica “Laudato sí”, el papa Francisco asume una iniciativa de la Iglesia Ortodoxa y la relanza también al mundo católico y más allá. Para una toma de conciencia común y una acción en sinergia.

La decisión del papa Francisco de dedicar una “Jornada de oración mundial por el cuidado de la Creación” es una acción que tiene un timbre decididamente ecuménico. Él no sólo considera que la actual crisis ecológica es una de las urgencias más candentes de nuestra época, sino que ha querido subrayar la impostergable exigencia de actuar –en el ámbito de la ecología, así como ante otros desafíos que interpelan a la humanidad- y no más de modo fragmentado y aislado sino “juntos”.

La idea de la “Jornada de oración” la había comentado el Ortodoxo Ioannis de Pergamo, cuando intervino en la presentación de la Encíclica Laudato sí en el pasado mes de junio. Y para subrayar ese valor agregado a la oración que es el “si consenserint” (si piden juntos) del Evangelio, en la carta con la cual instituye la “Jornada” (6.8.15), el Papa exhorta: «Compartiendo con el amado hermano el Patriarca Ecuménico Bartolomé las preocupaciones por el futuro de la Creación, y acogiendo la sugerencia de su representante, el Metropolita Ioannis…». Como si dijera: no es importante saber a quién se le ocurrió la idea. ¡Siempre se puede aprender unos de otros! Y para resaltar el concepto, hacia el final del documento, el Papa le solicita al Cardenal Koch, presidente del Dicasterio por la Unidad de los cristianos, «que se ocupe de la coordinación con iniciativas similares que serán emprendidas por el Consejo Ecuménico de las Iglesias».

De hecho, el Consejo Ecuménico (CEC) dedica al período que va del 1º de septiembre (primer día del año litúrgico en la tradición ortodoxa) al 4 de octubre (día de San Francisco de Asís en la tradición católica), al lema “El tiempo para la creación”, con iniciativas por el ambientalismo y su interrelación con la justicia y la paz.

Es significativa la elección del Papa de querer celebrar la “Jornada” el 1º de septiembre de cada año, la misma fecha que eligieron los hermanos ortodoxos y día del comienzo del “tiempo” que le dedica el CEC. Como también es significativo su augurio de que se unan también otras iglesias y comunidades eclesiales, convirtiéndola así en una ocasión proficua para «testimoniar nuestra creciente comunión».

Esta “Jornada” ofrece «la preciosa oportunidad de renovar la adhesión personal a la vocación de cada uno de custodiar la Creación, elevando a Dios el agradecimiento por la obra maravillosa que Él nos confió para que la cuidemos», y justamente porque está destinada a involucrar a los cristianos pertenecientes a varias denominaciones pero que se expresen con una sola voz, se convierte en un ulterior paso concreto para dar al mundo un mensaje cristiano común.

La pasión por la Creación caracteriza el compromiso de los Focolares, que con su red internacional EcoOne, ofrece a todos los que trabajan en el campo ambiental un espacio de diálogo ya sea a nivel de pensamiento como de iniciativas concretas. También es significativo el compromiso del Movimiento en el campo ecuménico, sobre todo en las áreas donde la concentración de personas pertenecientes a iglesias de diferentes denominaciones es más elevada.

Por lo tanto, para los Focolares, la “Jornada” representa una magnífica cita planetaria, providencial, que reunirá en oración a todos sus miembros para implorar de Dios el cuidado de la Casa que aloja a la gran Familia Humana. Pero también para encontrar, junto a personas de buena voluntad, de cualquier credo o convicción, nuevas estrategias y nuevas respuestas, en el tema del ambiente, y, a partir de éste, a la realización de un mundo más unido.

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