"La directora general ha recibido amenazas de muerte y su protección ha tenido que ser reforzada", aseguró Carmel Shama HaCohen,el embajador de Israel ante la ONU.

"Estas amenazas se hicieron después de su crítica" a las dos resoluciones adoptadas la semana pasada en la comisión, antes de la votación final, señaló HaCohen, acusando a los países árabes de una "pésima conducta".

La afirmación no fue confirmada por funcionarios de la ONU.

Bokova se distanció de las resoluciones en un comunicado, afirmando que "en ninguna parte más que en Jerusalem la herencia judía, cristiana y musulmana y las tradiciones comparten un espacio".

La moción, que fue aprobada la semana pasada en París, está a la espera de la validación por el Consejo Ejecutivo de la UNESCO.