Inició el mes dedicado a San José: oración confiada al Patrono de la Iglesia Universal

Inició el mes dedicado a San José: oración confiada al Patrono de la Iglesia Universal

El próximo 19 de marzo la Iglesia Católica conmemorará a su Patrono: San José. En preparación a su solemnidad, existe una hermosa tradición que consiste en dedicar un mes entero, comenzando el 19 de febrero y culminando el 19 de marzo, meditando en la figura del esposo de María y padre adoptivo del Hijo de Dios.

Y es que quien acude a San José, garantiza que su oración confiada sea entregada a María y al Hijo de Dios mismo, como bien lo recuerda San Josemaría Escrivá de Balaguer en su libro "Forja": "Quiere mucho a San José, quiérele con toda tu alma, porque es la persona que, con Jesús, más ha amado a Santa María y el que más ha tratado a Dos: el que más ha amado, después de nuestra Madre - Se merece tu cariño, y te conviene tratarle, porque es Maestro de la vida interior, y puede mucho ante el Señor y ante la Madre de Dios".

No en vano el Papa Pío IX, cuando la Iglesia pasaba por tiempos difíciles, confió su protección a este gran patriarca declarándolo "Patrono de la Iglesia Católica", como nos lo recuerda San Juan Pablo II en la Exhortación Apostólica ‘Redemptoris Custos', sobre la figura y misión de San José en la Vida de Cristo y de la Iglesia: "El Pontífice sabía que no se trataba de un gesto peregrino, pues, a causa de la excelsa dignidad concedida por Dios a este su siervo fiel, ‘la Iglesia, después de la Virgen Santa, su esposa, tuvo siempre en gran honor y colmó de alabanzas al bienaventurado José, y a él recurrió sin cesar en las angustias'".

"La Iglesia, después de la Virgen Santa, su esposa, tuvo siempre en gran honor y colmó de alabanzas al bienaventurado José, y a él recurrió sin cesar en las angustias" / Foto: Gaudium Press.

Por estas grandes virtudes y cercanía que tuvo San José a Jesús y María, es que Santa Teresa de Ávila le tenía gran devoción, recomendando orarle a quien tuvo el gran privilegio y dignidad de ser el custodio en la tierra del Hijo de Dios: "No me acuerdo hasta ahora haberle suplicado cosa que la haya dejado de hacer. Es cosa que espanta las grandes mercedes que me ha hecho Dios por medio de este bienaventurado santo, de los peligros que me ha librado, así del cuerpo como del alma; que a otros santos parece des dio el Señor la gracia para correr en una necesidad; a este glorioso santo, tengo experiencia que socorre en todas, y que quiere el Señor darnos a entender, que así como le fue sujeto en la tierra (...), así en el Cielo hace cuánto le pide".

Otro Pontífice, el Papa León XIII, le dedicó una hermosa oración: "A ti, bienaventurado san José, acudimos en nuestra tribulación, y después de implorar el auxilio de tu santísima esposa, solicitamos también confiadamente tu patrocinio. Con aquella caridad que te tuvo unido con la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, y por el paterno amor con que abrazaste al Niño Jesús, humildemente te suplicamos que vuelvas benigno los ojos a la herencia que con su Sangre adquirió Jesucristo, y con tu poder y auxilio socorras nuestras necesidades. Protege, oh providentísimo Custodio de la divina Familia, la escogida descendencia de Jesucristo; aleja de nosotros, oh padre amantísimo, este flagelo de errores y vicios. Asístenos propicio desde el cielo, en esta lucha contra el poder de las tinieblas; y como en otro tiempo libraste de la muerte la vida amenazada del Niño Jesús, así ahora defiende a la santa Iglesia de Dios de las hostiles insidias y de toda adversidad. Y a cada uno de nosotros protégenos con tu constante patrocinio, para que, a ejemplo tuyo, y sostenidos por tu auxilio, podamos vivir y morir santamente y alcanzar en los cielos la eterna bienaventuranza. Amén".

Letanías a San José

Señor, ten misericordia de nosotros.

Cristo, ten misericordia de nosotros.

Señor, ten misericordia de nosotros.

Cristo óyenos.

Cristo escúchanos.

Dios Padre celestial, ten misericordia de nosotros.

Dios Hijo, Redentor del mundo, ten misericordia de nosotros.

Dios Espíritu Santo, ten misericordia de nosotros.

Santa Trinidad, un solo Dios, ten misericordia de nosotros.

Santa María, ruega por nosotros.

San José, ruega por nosotros.

Ilustre descendiente de David, ruega por nosotros.

Luz de los Patriarcas, ruega por nosotros.

Esposo de la Madre de Dios, ruega por nosotros.

Casto guardián de la Virgen, ruega por nosotros.

Padre nutricio del Hijo de Dios, ruega por nosotros.

Celoso defensor de Cristo, ruega por nosotros.

Jefe de la Sagrada Familia, ruega por nosotros.

José, justísimo, ruega por nosotros.

José, castísimo, ruega por nosotros.

José, prudentísimo, ruega por nosotros.

José, valentísimo, ruega por nosotros.

José, fidelísimo, ruega por nosotros.

Espejo de paciencia, ruega por nosotros.

Amante de la pobreza, ruega por nosotros.

Modelo de trabajadores, ruega por nosotros.

Gloria de la vida doméstica, ruega por nosotros.

Custodio de Vírgenes, ruega por nosotros.

Sostén de las familias, ruega por nosotros.

Consuelo de los desgraciados, ruega por nosotros.

Esperanza de los enfermos, ruega por nosotros.

Patrón de los moribundos, ruega por nosotros.

Terror de los demonios, ruega por nosotros.

Protector de la Santa Iglesia, ruega por nosotros.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: perdónanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: escúchanos, Señor,

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: ten misericordia de nosotros.

V.- Le estableció señor de su casa.

R.- Y jefe de toda su hacienda.

Oremos: Oh Dios, que en tu inefable providencia, te dignaste elegir a San José por Esposo de tu Santísima Madre: concédenos, te rogamos, que merezcamos tener por intercesor en el cielo al que veneramos como protector en la tierra. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén

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