Inician beatificación del Negro Manuel y Salvaire

Inician beatificación del Negro Manuel y Salvaire

La misa se llevó a cabo en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires. "Fueron manifestación viva del tierno amor a la Virgen de Luján, devorados de un santo celo para procurar su mayor gloria", sostuvo el arzobispo de Luján-Mercedes, Agustín Radrizzani.

El domingo al mediodía tuvo lugar una misa en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires que sirvió de inicio para las causas de beatificación del Negro Manuel y el sacerdote Jorge María Salvaire. La ceremonia fue presidida por el arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Mario Aurelio Poli.

“Estos dos hermanos en la fe, cuya beatificación proponemos, son hombres de verdaderas entrañas de misericordia. Por tal motivo sus figuras adquieren en este Año Jubilar de la Misericordia una significación particular”, destacó Poli.

Por su parte, el arzobispo de Mercedes-Luján, Agustín Radrizzani, escribió una carta donde se brindan fundamentos a favor de la beatificación de ambas figuras del imaginario católico vinculado a la Virgen de Luján: “Tanto el Negro Manuel como el padre Salvaire fueron manifestación viva del tierno amor a la Virgen de Luján, devorados de un santo celo para procurar su mayor gloria; y sembradores de las obras de misericordia proclamadas por Jesús, como camino seguro para alcanzar el cielo”.

Considerados los dos grandes apóstoles y servidores de la Virgen de Luján, patrona de los argentinos, será la Arquidiócesis de Mercedes-Luján la encargada de iniciar y llevar adelante el proceso canónico ante la Congregación de los Santos.

    En la homilía, Radrizzani  destacó: “Deseo compartir con  ustedes una gran alegría para nuestra Arquidiócesis de Mercedes-Luján y para toda la Iglesia en la Argentina. En el contexto del Año Jubilar de la Misericordia, proclamado por el querido Papa Francisco,  y en el día de la fiesta de Nuestra Madre de Luján, les anuncio que a partir de este momento damos los primeros pasos canónicos para presentar ante la Congregación de los Santos  el pedido de beatificación del Negrito Manuel († 1686) y del sacerdote vicentino Jorge María Salvaire (1847-1899), ambos grandes servidores y apóstoles de la Virgen de Luján, que fallecieron en su Villa, invocándola con conmovedoras palabras de confianza.

Luego, en la Basílica de nuestra ciudad, Radrizzani presidió la misa para los peregrinos. En esta ocasión afirmó: "Recién estamos en la primera etapa de un largo camino que recorreremos juntos, ofreciendo nuestras oraciones y cuanto podamos hacer para difundir estas nobles y santas causas; y para que ellas prosperen con la dicha de verlos beatos. Confiemos que ese día llegará, si la voluntad del Señor se manifiesta en tal sentido". Y subrayó,  “tanto el Negro Manuel como el padre Salvaire fueron manifestación viva del tierno amor a la Virgen de Luján, devorados de un santo celo para procurar su mayor gloria; y sembradores de las obras de misericordia proclamadas por Jesús, como camino seguro para alcanzar el cielo". 

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