Inédito: una judía francesa presidirá la UNESCO

Inédito: una judía francesa presidirá la UNESCO

Audrey Azoulay, una mujer judía nacida en París, Francia, en 1972, se transformó en la nueva directora general de la Unesco. Se trata de la primera judía en encabezar este organismo. Su ascenso representa una esperanza para Israel.

Su inminente llegada a la cúpula del organismo coincide con un momento especialmente delicado para el mismo: Estados Unidos, que en 2011 retiró su financiación por la admisión de la Autoridad Palestina como miembro, anunció que abandonará la organización por considerar que esta necesita una reforma y no cesa su “tendencia anti-Israel”. 

Azouly fue Ministra de Cultura hasta hace cinco meses bajo el mandato de François Hollande. Nacida en el seno de una familia judía marroquí, su padre, el político y banquero André Azoulay, fue consejero de Hasán II y mantuvo el puesto con el actual rey, Mohamed VI.

Sus orígenes y el hecho de que su candidatura se presentara prácticamente en el último minuto, irritaron a algunos países árabes, confiados en que en esta ocasión la dirección general durante los próximos cuatro años recaería en la zona.

La derrota del candidato qatarí Hamad bin Abdulaziz al Kawari en la apretada votación final (30 a 28) del Consejo Ejecutivo confirmó lo dicho.

Pese a la polémica que suscitó la apuesta por la ex ministra socialista, que se someterá a una votación final de la Conferencia General el 10 de noviembre y entrará en funciones cinco días después, en Francia defienden que es la única que puede unir la UNESCO y hacer que su agenda esté a la altura de sus ambiciones.

Azoulay dedicó su carrera “a poner sus competencias al servicio de la cultura y de su difusión al público más amplio posible”. Alumna de la Escuela Nacional francesa de Administración (ENA), por cuyas clases pasó gran parte de la elite política del país, la futura directora general de la UNESCO está diplomada por el Instituto de Estudios Políticos de París y por la Universidad de Lancaster, donde hizo Administración de Empresas.

Ocupó diversos puestos en el sector audiovisual público francés y en la implantación de la televisión digital terrestre, por lo que en Francia se le considera como una mujer muy cercana al mundo del cine y la televisión.

Azoulay, madre de dos hijos y casada con un alto funcionario, se define a sí misma como una “ciudadana del mundo”, y habla francés, inglés y español con fluidez.

En su programa para la UNESCO, dice ver la educación como “germen de desarrollo y de igualdad entre sexos”, quiere convertir el organismo “en un actor de referencia del desarrollo sostenible”, aumentar su eficacia y hacer de él un “foro intelectual al servicio de los valores universales”

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