La Iglesia insistió en su reclamo al Gobierno por el desempleo

La Iglesia insistió en su reclamo al Gobierno por el desempleo

En un San Cayetano politizado, el arzobispo Mario Poli pidió "progreso, paz y justicia" para todos y apeló a la "compasión"; sectores kirchneristas, sindicales y sociales marcharon a la Plaza de Mayo

 

La tradicional peregrinación al santuario de San Cayetano tuvo este año un fuerte e inusual condimento político. Por un lado, la Iglesia volvió a transmitir un duro mensaje sobre el desempleo y la desigualdad social en la Argentina. Por el otro, la movilización masiva que cada año colma las calles de Liniers por primera vez estuvo sumamente politizada, con la presencia de numerosas organizaciones sociales y sindicales y la militancia kirchnerista, que se mezclaron con los fieles y marcharon contra el Gobierno.

Breve pero contundente, el emisor del mensaje de la Iglesia fue el arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, que en su homilía llamó a la "compasión" con el prójimo y reclamó "progreso, paz y justicia".

Poli también apuntó contra los que actúan como mensajeros papales, aunque no especificó a quiénes se refería. "Ustedes saben. No se confundan. Una foto o un encuentro con el Papa no te hace vocero, amigo ni misionero si no practicamos los mandamientos de la compasión y la misericordia con el otro, que no es mi enemigo, sino mi hermano, mi semejante y mi prójimo", dijo ante la multitud desde un pequeño escenario montado frente a la parroquia.

 

Poli también apeló a la conmemoración del Bicentenario de la Independencia para cuestionar la desigualdad social. "El ideal de vivir a la Argentina como una gran familia donde la fraternidad y el bien común incluyan a todos los que peregrinamos por su historia está lejos de haberse alcanzado", sostuvo. Y agregó: "El acta de la Independencia alcanzará su plena vigencia cuando la familia más postergada tenga casa digna, donde no falte salud, educación y un trabajo digno y honrado".

Sus palabras no fueron casuales. Llegan en un contexto de tensión creciente por las cifras del desempleo en los sectores público y privado y a dos días de que venza el acuerdo de empresarios con el gobierno nacional para suspender los despidos, con la ya anunciada negativa de la Casa Rosada a una eventual prórroga. Llegan, también, días después de que Jorge Bergoglio le enviara una carta en la que alertó por los índices de desocupación "significativamente altos" y poco más de dos meses antes de que Mauricio Macri viaje al Vaticano, donde mantendrá una audiencia con Francisco.

Cuando Poli tomó el micrófono, pasadas las 11 de la mañana, Barrios de Pie, la Corriente Clasista Combativa (CCC), la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), el Movimiento Evita, la CTA y dirigentes agrupados en la CGT ya habían abandonado la zona camino de la Plaza de Mayo, donde más tarde reforzaron su reclamo. En Liniers sólo quedaron los fieles, en su mayoría molestos por la politización de la fecha en la que piden y agradecen al patrono del trabajo (ver aparte).

En la plaza hablaron los titulares de Barrios de Pie, Daniel Menéndez; de la CCC, Amancay Ardura, y de la CTEP, Esteban Castro.

Enterado de lo que iba a ser la manifestación, que según los organizadores reunió a 100.000 personas, el Papa pidió que "los reclamos que se hagan sean en paz". Así lo relató a LA NACION el legislador porteño y dirigente social Gustavo Vera, que anteayer se comunicó con Bergoglio.

Pedido de respuestas

Entre las espigas y el agua bendita que cada tanto mojaba a los religiosos se pudieron ver ayer algunos rostros inesperados, que se acercaron a los alrededores de la parroquia para iniciar una extensa caminata hasta la Plaza de Mayo con consignas contra el gobierno de Macri.

Entre los manifestantes estuvo el ex juez de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni, que destacó la unidad de los gremios y las agrupaciones detrás de un mismo reclamo. "Me deprime cuando veo que entre las fuerzas sindicales y sociales hay fragmentación, pero ésta es una manifestación de unidad importante frente a un programa económico de gobierno que no cierra sin una cuota alta de desempleo. Esperamos que el Gobierno responda, pero bueno, es un decir", afirmó en diálogo con LA NACION.

Por su parte, el diputado provincial y dirigente del Movimiento Evita Fernando "Chino" Navarro subrayó la "heterogeneidad" de las protestas, que marcarán "un comienzo" para futuros reclamos conjuntos si la situación no mejora. "No se puede gobernar para una minoría, hay que pensar en el bien común. Eso hoy está ausente", lamentó. En la misma línea opinó el intendente de General San Martín, también en la protesta.

En tanto, el titular del sindicato docente bonaerense Suteba, Roberto Baradel, denunció que "el Ministerio de Trabajo está inactivo", que no "defiende" los puestos de trabajo, y calificó a la política laboral del macrismo de "desaprensiva". Rodeado de más fieles que dirigentes de su entorno, el gremialista se acercó lo más que pudo a la parroquia, se persignó y repitió, por lo bajo, el padrenuestro.

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