La Iglesia argentina alerta sobre el patrimonio religioso nacional

La Iglesia argentina alerta sobre el patrimonio religioso nacional

El delegado del Episcopado para los Bienes Culturales consideró que el incendio en Notre Dame debe "ayudar a tomar conciencia de la necesidad de preservar" los sitios religiosos del país. De muchos debe ocuparse el Estado por ser monumentos históricos.

Para la Iglesia argentina el incendio en la catedral de Notre Dame debe ser para los argentinos una advertencia para que no se produzcan hechos similares en sitios religiosos del país.  “(El siniestro) nos ayuda tomar conciencia de la necesidad y relevancia de preservar y contribuir al mantenimiento de nuestro patrimonio religioso en sus manifestaciones culturales, arquitectónicas y tantas otras artes”, consideró el obispo de Nueve de Julio y delegado del Episcopado para os Bienes Culturales de la Iglesia, monseñor Ariel Torrado Mosconi.

En un comunicado en el que expresa su consternación por el suceso en Paris y la relevancia religiosa y cultural de la catedral parisina, monseñor Torrado Mosconi, afirma que “también en  nuestra Argentina, desde las más antiguas y tradicionales basílicas levantadas en los albores de la nación hasta la más modesta capilla pueblerina, son espacios que cobijan los momentos más entrañables de la vida como la venida de un hijo en el bautismo o la despedida de un ser querido”.

“Allí –añade- buscamos consuelo, imploramos paz y expresamos la alegría; allí se han firmado pactos que nos constituyeron como sociedad o se celebraron los primeros comicios de la república; aún hoy, la campana de la iglesia sigue tañendo para convocar, convocar o conmemorar episodios importantes”.

Y concluye: “Este hecho tan doloroso – a la vez que nos mueve a sentirnos solidarios con nuestros hermanos católicos y el pueblo francés todo – nos interpela y desafía. Convoca a todo el pueblo argentino – creyentes y personas de buena voluntad – a comprometernos responsablemente con la recomposición, reconciliación y reencuentro social y a la preservación de nuestros verdaderos tesoros históricos”.

Los principales templos del país, como la basílica de Luján, entre muchos otros, son Monumento Histórico Nacional y el costo de su preservación le corresponde por ley al Estado nacional, pero este suele demorarse por razones económicas en la concreción de las obras, lo que genera el reclamo de la Iglesia.

Por la demora en su restauración, hace unos años se vino abajo una inmensa cruz de una de las torres de la basílica de Luján.

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