"Les pusimos los puntos sobre las íes”. La frase se escuchó en el círculo próximo al ministro de Salud, Ariel de la Rosa, tras la reunión que ayer encabezó junto con dos de sus funcionarios, Sergio Schmunk, secretario de Gestión Sanitaria; y Mario Tizzoni, director de Atención Médica, con el director del Hospital Santa Rosa, de Villaguay, Rubén Hernández, y el secretario de Interior de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), Martín Bobadilla.

El eje de la reunión fue imponer a Hernández el cumplimiento de una directiva que emitió De la Rosa a pedido de UPCN: separar de su función al responsable del servicio de ambulancias del Hospital de Villaguay, Antonio Cáceres. El director había resistido la medida con un argumento de peso: no había ninguna razón para apartarlo de su función, aunque UPCN no lo entendió así y por eso el martes una comisión de dirigentes irrumpió en la dirección y tomó el hospital. 

Hernández asumió en marzo en reemplazo de Gonzalo Carril, y llegó apoyado por el Colegio Médico de Villaguay. Esa entidad, precisamente, fue la que le recomendó, luego de los incidentes del martes, acudir con una denuncia ante la Justicia contra los dirigentes de UPCN por el “apriete” del que fue víctima.

Reunión. El incidente del Hospital de Villaguay, dicen en Salud, es uno más entre otros tantos: el gremio que conduce el diputado provincial José Ángel Allende pisa fuerte en el área que dirige De la Rosa, hombre salido del riñón de UPCN. 

“Acá se está confundiendo quién dirige el Gobierno”, dijo Mario Imaz, hombre que acompañó a Gustavo Bordet en la Intendencia de Concordia, y que cumple función de secretario de Salud. 

Imaz es crítico de la injerencia del sindicato en las decisiones del Ministerio de Salud. 

Ayer, el director del Hospital de Villaguay estuvo en Paraná convocado por el ministro De la Rosa en presencia del secretario de Interior de UPCN y le impuso la obligación de apartar al responsable del servicio de ambulancias. Nadie reparó en el hecho de que un día antes Hernández había acudido a la Justicia ante la bravuconada de los dirigentes sindicales, y sin el apoyo del Estado: el Colegio Médico de Villaguay le aportó el asesor legal. 

Hernández, sin embargo, ha rehusado todo contacto con la prensa. Y ha sido el titular del Colegio Médico, Roque de Bernardi, quien ha hablado de los incidentes que ocurrieron el martes. La entidad brindó todo su apoyo al director del Hospital Santa Rosa, y juzgaron como excesiva injerencia sindical la “toma” de la dirección que ocurrió el martes. 

Toma. La toma de la dirección del Hospital Santa Rosa, que ocurrió el martes, tuvo un único objetivo: forzar la separación del cargo de un empleado. “La cuestión central está vinculada a la situación del agente Cáceres, jefe de ambulancias quien está cuestionado debido a su postura de no ceder un vehículo para uso del hospital de Basavilbaso, siendo que los mismos están afectados al Ministerio de Salud y a cargo de los hospitales”, dijo Bobadilla, en declaraciones que recogió APF.

“Hay varios temas que hemos dialogado desde hace 60 días con el director Rubén Hernández pero no ha dado respuesta ninguno, incluso en relación a Cáceres hay una resolución que el director del nosocomio no ha hecho efectiva, desoyendo la decisión del Ministerio de Salud”, explicó. Finalmente, claro, la orden del ministro De la Rosa se cumplirá.

En principio, la toma iba a ser por tiempo indeterminado, pero ese mismo martes se levantó la protesta. 

En medio, claro, ocurrió la denuncia en la Justicia contra los dirigentes de UPCN que encabezaron la toma. “Es muy grave lo que sucedió este martes, irrumpieron en su despacho para hacer un reclamo, fue una apretada. Tienen que darse cuenta que el que maneja el hospital es el director, no los gremios”, aseveró Roque De Bernardi, del Colegio Médico de Villaguay.

*El gremio tomó la dirección del Hospital Santa Rosa,lo que derivó en la presentación de una denuncia en la Justicia.