El gobierno nacional buscará exportar el modelo argentino de diálogo interreligioso

El gobierno nacional buscará exportar el modelo argentino de diálogo interreligioso

El gobierno nacional buscará exportar al mundo el modelo argentino de diálogo interreligioso como forma de resolución pacífica de conflictos, así como potenciar el trabajo de las distintas confesiones religiosas en la lucha contra la pobreza, y retomar la labor de consensuar y sancionar una nueva ley de culto.

Estas son las prioridades en materia de culto a las que se abocará el gobierno de Mauricio Macri en los próximos años, a través de la secretaría que encabeza el ex embajador ante la Santa Sede, Santiago de Estrada, acompañado por el subsecretario Alfredo Albriani.

Otro de los objetivos principales es la formulación de las relaciones bilaterales con el Vaticano y, en ese sentido, se buscará encauzar el diálogo y trabajar para que una eventual futura visita del papa Francisco a la Argentina se “una fiesta de todos, sin tironeos ni mezquindades políticas”, según confiaron a Télam fuentes de la secretaría.

Para delinear la estrategia, las autoridades de la secretaría mantuvieron reuniones con representantes de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), la AMIA y la DAIA, el Seminario Rabínico Marshall Meyer, el Centro Islámico, las iglesias evangélicas, mormones, bautistas e iglesias ortodoxas.

La intención es establecer relaciones de “cercanía y confianza” con las distintas comunidades religiosas, y trabajar en conjunto la agenda social para sumarse a uno de los objetivos centrales del gobierno de Macri: alcanzar la 'pobreza cero' en el país.

"Tenemos un imperativo moral: terminar con la pobreza que se extiende como una llaga dolorosa", dijo esta semana De Estrada en el marco de un encuentro latinoamericano con representantes de diversas confesiones que se realizó en el Palacio San Martín, en el que se buscó acordar líneas de trabajo conjunto destinadas a los sectores más vulnerables.

Otro tema al que el gobierno le otorga un papel central es el diálogo interreligioso, reforzado por la tarea que Jorge Bergoglio forjó cuando era arzobispo de Buenos Aires y continúa en la actualidad desde su papado.

“Argentina puede ser exportadora de ese modelo de diálogo, incluso proponerlo como forma de resolución pacífica de conflictos”, indicaron las fuentes de la secretaría de Culto y precisaron que la labor se centrará en detectar programas dentro de los organismos internacionales para ofrecer la experiencia argentina.

Entre las demandas que los funcionarios de la Secretaría recibieron por parte de las distintas religiones se encuentra la necesidad de aprobar una nueva ley de culto que reemplace la norma de la dictadura militar que aún rige, a pesar de muchos intentos para reemplazarla.

“Es una deuda de la democracia y uno de los objetivos es revisar todos los anteproyectos y proyectos que se fueron presentando para consensuar una iniciativa junto a las distintas comunidades. Es un proceso que llevará su tiempo”, admitieron las fuentes oficiales.

En cuanto a la relación con el Vaticano, las fuentes destacaron que en la reunión entre el presidente Macri y el Papa -del pasado 27 de febrero en la Santa Sede- "no hubo reclamos ni reproches sino coincidencias y apoyos en torno a los objetivos trazados por el gobierno".

En esa reunión, Macri transmitió a Francisco la invitación del gobierno argentino para que visite su país natal, a lo que el Papa contestó que quiere hacerlo "lo antes posible".

"Queremos que el reencuentro de Jorge Bergoglio con su pueblo sea una fiesta de todos los argentinos, sin tironeos, ni mezquindades políticas, en el momento que él lo crea más oportuno", concluyeron las fuentes.

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