El Gobierno difundió una carta del Papa que resultó “trucha”

El Gobierno difundió una carta del Papa que resultó “trucha”
Presidencia mostró un saludo de Francisco a Cristina por el 25 de mayo. Pocas horas después, el Vaticano afirmó que el texto es falso. La Casa Rosada insistió en que la recibió de la Nunciatura.
Un episodio insólito y propio de las novelas de intrigas más que del previsible protocolo diplomático enrareció ayer un poco más el clima casi siempre tenso de la relación entre la Iglesia y el Gobierno. La Presidencia de la Nación difundió una carta dirigida por el Papa a Cristina Kirchner que a las pocas horas terminó siendo calificada como “trucha” y “de mala leche” por el propio Vaticano.

El texto, que el sitio web de la Presidencia difundió por la mañana, no tenía mucho de llamativo: era un llamado a la “convivencia pacífica”, al “diálogo constructivo”, la “concordia” y la “justicia”. Es lo que suele hacer el Papa en sus discursos públicos y también refleja las ideas que pregonaba desde sus años de obispo en Buenos Aires Jorge Bergoglio.

Sí llamó la atención porque fue interpretado como una suerte de cierre del altercado que tuvo el Gobierno con los obispos argentinos, luego de que a principios de mes la Conferencia Episcopal afirmó en un documento que la Argentina “está enferma de violencia” y la propia Presidenta salió a responderles.

No fue lo único llamativo de la misiva: también resultaron curiosos el tuteo a la Presidenta, la tipografía en mayúsculas, algunos errores ortográficos y la firma sin sello.

Esas dudas, que hasta la tarde sólo circularon en las redes sociales, estallaron cuando a las 6 de la tarde, Guillermo Karcher, oficial de protocolo del Vaticano y hombre muy cercano al Papa, habló con el canal C5N para decir que la carta era “trucha” y que había sido “hecha con muy mala leche”.

Karcher avisó que había hablado de la cuestión con el Papa, quien le había confirmado que nunca escribió esa misiva, aunque advirtió que “no se mostró enojado ni nada parecido” por el entrevero.

La Casa Rosada no lograba salir del asombro y a las 8, tras dos horas de silencio, el secretario de Culto, Guillermo Oliveri, y el secretario General de la Presidencia, Oscar Parrilli, llamaron a una conferencia de prensa para mostrar el original de la carta recibida –con sobre con membrete de la Nunciatura en Buenos Aires incluido– y la transcripción de una nota verbal del Nuncio Emil Paul Tscherrig dirigida a Oliveri en la cual le informaba que había enviado adjunto un sobre cerrado con una carta de Francisco dirigida a la Presidenta.

“Ayer (por el miércoles) a las 10.30 de la mañana por la misma persona del Nuncio que entrega la correspondencia se le entregó esta carta a personal de la Secretaría de Culto”, explicó Oliveri, uno de los pocos funcionarios en el kirchnerismo que mantiene su puesto desde 2003, junto al propio Parrilli, que asentía parado a su lado y frente a los periodistas.

Oliveri también reveló que, lugo de escuchar la explosiva desmentida de Karcher,intenté comunicarse sin éxito con el Nuncio. “Llamé a Marcela, la secretaria del Nuncio, que nos confirmó que la carta salió de la Nunciatura, por lo que para nosotros es absolutamente auténtica”, dijo para darle una vuelta más a lo que a esa hora ya era un acertijo incomprensible: el receptor de un texto consideraba auténtica la misma carta que había sido tachada de trucha por su remitente.

Dirigentes de la Iglesia solo atinaban a decir anoche que era evidente que alguien había falseado las palabras del Papa. “Ningún cura se animaría a esto. Es obra de un laico con buenos contactos”, dijo a Clarín un importante religioso, conocedor de las intrigas santas y profanas.

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