La llegada a Buenos Aires de Christine Lagarde, el próximo jueves, disparó la versión de que la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI) buscaría agregar a la agenda de reuniones pautadas con el presidente Mauricio Macri y los funcionarios del Gobierno nacional encuentros con dirigentes de la oposición, en particular con gobernadores del peronismo, para sondear el apoyo al acuerdo. Consultados al respecto por Letra P, dirigentes de distintas provincias descartaron esa posibilidad, al tiempo que recordaron que los mandatarios mostraron en distintas oportunidades su desacuerdo con la decisión del oficialismo de acudir al FMI.

Lagarde llegará a la Argentina este jueves para participar de la tercera reunión de ministros de Finanzas y Hacienda del G-20, que se realizará en Buenos Aires durante el fin de semana y se reunirá con el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y con el Presidente. De acuerdo con una versión publicada esta semana por diario Clarín, la directora del FMI pretendía aprovechar la visita para generar encuentros con representantes de la oposición.   

Esa versión fue abonada en las últimas horas por voceros del oficialismo, quienes a su vez descartaron haber actuado como nexo en los supuestos contactos entre los técnicos del organismo de crédito y los mandatarios provinciales, aunque destacaron el carácter positivo que tendría para el Gobierno nacional que Lagarde percibiera el respaldo al acuerdo de las principales figuras de la oposición. En particular, señalaron a los gobernadores Juan Manuel Urtubey (Salta), Juan Manzur (Tucumán) y Juan Schiaretti (Córdoba).

El déficit fiscal está en el Estado Nacional, ni #SantaFe, ni #EntreRíos, ni #Córdoba, decidimos ir al FMI. Eso es responsabilidad del gobierno nacional. Estamos dispuestos a poner el hombro para que #Argentina supere esta dificultad pero para eso necesitamos que haya equidad. pic.twitter.com/BQs8eLtiFW

— Juan Schiaretti (@JSchiaretti) 13 de junio de 2018

Sin embargo, hasta el momento, en el entorno de los tres gobernadores mencionados, y de algunos de sus pares también, descartan de plano esa posibilidad. Si bien los mandatarios que forman parte del espacio identificado con el peronismo federal –denominado “racional”– comprenden la importancia de “dar señales de gobernabilidad” a los mercados, consideran que recurrir al Fondo fue un error del Gobierno y quieren evitar compartir ese costo político con Macri.

En las provincias recuerdan que, ya cuando se anunció el pacto con el FMI, los gobernadores habían dejado en claro su desacuerdo, aunque habían evitado disparar con munición gruesa contra Macri “para no profundizar la crisis”. “Yo no hubiera ido al Fondo Monetario”, dijo en ese momento Urtubey. “No fuimos ni consultados para ir al FMI", remarcó Schiaretti. “Manzur no apoya ni la política económica ni la vuelta al FMI. Es un respaldo institucional”, explicaron desde Tucumán, cuando la Casa Rosada echó a rodar rumores que indicaban que los gobernadores apoyaban el acuerdo.

“No fueron consultados antes de recurrir al Fondo ni sabían de las condiciones. ¿Por qué se reunirían ahora con Lagarde? No tiene sentido”, explicaron a Letra P voceros de uno de los mandatarios.

.@UrtubeyJM tras el anuncio sobre el acuerdo con el FMI: "No cogobernamos. El presidente es Macri y la responsabilidad del destino de Argentina es suya. Es público qué pienso de haber acudido al FMI: una mala idea que no comparto (continúa)" pic.twitter.com/M8wtkJqSiQ

— Urtubey Prensa (@UrtubeyPrensa) 8 de junio de 2018

MANIOBRAS PRESUPUESTARIAS. En las provincias reina una incertidumbre adicional. Si bien los gobernadores y sus representantes en el Congreso ya dieron muestras de su intención de acompañar el Presupuesto 2019, como muestra de gobernabilidad, aun cuando implicará ajuste en la economía, algunos dirigentes temen que el Gobierno apueste por el fracaso de las negociaciones sobre la ley.

“Primero dijeron que el recorte a las provincias iba a ser de 200 mil millones de pesos. Ahora dicen que es de 300 mil. ¿Por qué corren el arco?”, dijo a Letra P un diputado del interbloque Argentina Federal que cree que la Rosada podría boicotear el diálogo para prorrogar el Presupuesto 2018 y aplicar, así, un ajuste mucho mayor.

En las provincias creen que la voluntad ya explícita de avanzar en la aprobación del Presupuesto es suficiente garantía de gobernabilidad para un oficialismo que siembra incertidumbre sobre la ley de leyes y que decidió acudir al Fondo de manera inconsulta y aceptar condicionamientos que perjudican a las provincias.