En el marco de la Jornada de Oración y Reflexión por la trata de personas que impulsó el papa Francisco, el obispo de la diócesis de Santiago del Estero, monseñor Vicente Bokalic. dijo que "el Papa desde su mirada universal y al ver tantos pueblos y personas que sufren la trata, levanta la voz para que sintamos que realmente estamos interpelados en la respuesta". Y remarcó que "‘el mal está instalado" y que "hay gente que vive de esto desgraciadamente; hay personas, organizaciones y mafias también en el país y probablemente en Santiago del Estero".

En la iglesia de Santo Domingo se realizó anoche la jornada de reflexión y oración, coordinado por la Mesa Interinstitucional de Trata de Personas, que contó con la presencia de fieles y frailes domínicos. Al finalizar los rezos y actividades de sensibilización, el obispo de Santiago presidió la santa misa.

En diálogo con EL LIBERAL, monseñor Bokalic reflexionó que esta jornada "es un poco despertar las conciencias, sensibilizar, visibilizar la problemática que a veces es subterránea, porque no se habla, pero sabemos que existe".

"Es una realidad que el Papa desde su mirada universal, desde las fuentes que recibe, y al ver tantos pueblos y personas que sufren la trata, las esclavitudes modernas, levanta la voz para que sintamos que realmente estamos interpelados en la respuesta. Hay distintas responsabilidades en esto, están aquellas personas que tienen que legislar y hacer cumplir las leyes, porque hay legislaciones muy claras, pero que no se cumplen", dijo.

Señaló que "como cristianos debemos estar atentos, participar, implicarnos allí donde hay maltrato, trata de niñez, de jóvenes y adultos; en todos los órdenes, en la explotación sexual de las personas, de la violencia e injusticias laborales".

Problemática

El obispo hizo hincapié en que esta realidad de la trata de personas "ciertamente nos toca y nos golpea" y que "el Papa decía que mantenemos la esperanza cuando nos unimos a trabajar juntos".

"El mal está instalado, hay gente que vive de esto desgraciadamente, de estas esclavitudes modernas. Hay personas, organizaciones y mafias también en el país y probablemente en nuestro Santiago del Estero. Hay gente que se aprovecha de todo esto. ¿Cómo hacemos? Tenemos que tomar conciencia y trabajar juntos en las comunidades, buscar maneras de hacer visible esta problemática, trazar acciones, exigir a aquellos que son responsables del cumplimiento de los derechos y obligaciones que se cumplan realmente", profundizó Bokalic.

En su mensaje exhortó a los cristianos a involucrarse. "No podemos ser indiferentes. A pesar de ser pocos, son pequeñas voces que vamos sumando para que esta situación concreta de inculcación de derechos humanos realmente lo sintamos como que nos toca, incomoda y no podemos dejarla pasar", dijo.

"En la medida que busquemos estar juntos e interesar a otros a que nos acompañen, también se enciende la esperanza. Y vamos a ver pequeños logros; porque si uno puede rescatar a una persona y recuperar la dignidad ya es una gran cosa", concluyó el obispo.