Gandur dice “no” a Zecca y vuelve a exigirle que precise sus denuncias

Gandur dice “no” a Zecca y vuelve a exigirle que precise sus denuncias

“No corresponde que la Corte interfiera en la investigación penal de la muerte del presbítero”, dijo el titular del alto tribunal El presidente de la Corte rechazó una invitación al diálogo del Arzobispado de Tucumán.

El presidente de la Corte Suprema de Justicia dejará su silla vacía en la Mesa de Diálogo sobre narcotráfico; tráfico de personas y crimen organizado, y herramientas anticorrupción que promueve el Arzobispado de Tucumán. Antonio Gandur, titular del alto tribunal, rechazó la invitación que había cursado monseñor Alfredo Zecca luego del cruce de declaraciones que los máximos representantes de la Justicia y del culto católico mantuvieron a propósito de la muerte del sacerdote Juan Viroche. “No corresponde que esta Corte interfiera en la investigación penal de la muerte del presbítero por estar la competencia precisamente en cabeza del Ministerio Público (fiscal Diego López Ávila)”, dijo el juez en una nota del 21 de noviembre.

Gandur comunicó a Zecca que había dos instancias de conversación abiertas con carácter previo. “El 7 de noviembre, este alto tribunal dispuso integrar con el camarista penal Rafael Macoritto y mi persona la Comisión Especial de la Emergencia en Seguridad Pública de la Ley 8.931 (inciso 6) creada con el objeto de revertir la situación de peligro colectivo relacionada al delito complejo, al crimen organizado y al avance de los delitos contra la propiedad que afectan a nuestra provincia”, recordó. Ese comité, que aún no sesionó, tendrá sede en la Legislatura, y estará integrado por siete legisladores, y dos representantes de los poderes Ejecutivo y Judicial, y, eventualmente, de la Justicia Federal de Tucumán. Su función es seguir y controlar las acciones, políticas y programas implementados en el ámbito de la emergencia declarada el 22 de septiembre pasado. 

La otra instancia de encuentro que mencionó Gandur es la propia convocatoria que el alto tribunal dirigió a Zecca el 18 de octubre. “Reiterando lo dicho en la nota (de la fecha mencionada), y a fin de que concrete sus denuncias y preocupaciones, lo invitamos formalmente a una reunión con esta Corte en el día y horario que usted indique”, expresó el presidente de la Corte. Se trata de la misma misiva que había desembocado en la formación de una mesa de diálogo auspiciada por el Arzobispado. Este espacio debutará mañana a las 15 en las instalaciones de la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino (9 de Julio 165).

El lunes Zecca invitó a orar por “los frutos” de esa iniciativa en la que, según monseñor, iban a participar miembros de sectores diversos y de los poderes del Estado.

Desencuentros

La tensión entre las cabezas de los Tribunales y del clero se originó a partir de un comunicado que el Arzobispado y el Presbiterio emitieron en adhesión a la lucha contra el crimen de Viroche, quien falleció en circunstancias no esclarecidas el 5 de octubre.

Ese pronunciamiento hace referencia a “la corrupta complicidad de miembros de los poderes públicos que permiten que los delitos queden impunes y sigan creciendo hasta amenazar la posibilidad de una convivencia justa y pacífica en la sociedad tucumana”. 

Las palabras de la Iglesia suscitaron una movilización sin precedentes en la Justicia. “Las expresiones generales e imprecisas no hacen más que afectar el buen nombre y honor de quienes cotidiana y dignamente ejercen su función en el Poder Judicial”, expresaron los vocales Gandur, René GoaneAntonio Estofán y Claudia Sbdar (Daniel Posse no firmó la respuesta porque estaba en Bolivia, en una misión oficial del Consejo Asesor de la Magistratura). Los jueces dijeron asimismo que las declaraciones de Zecca no ayudaban a resolver el conflicto. El roce quedó desactivado cuando, con un tono conciliador, Zecca omitió identificar a los corruptos y anunció la creación de la Mesa de Diálogo, que arrancará sin interlocutores oficiales del Poder Judicial.

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