Estuvieron presentes, junto a los familiares que acompañan todos los años el pedido de Memoria y Justicia, funcionarios del gobierno nacional como el presidente de la Nación, Mauricio Macri; la vicepresidente Gabriela Michetti; el ministro de Justicia, Germán Garavano; la ministra de seguridad, Patricia Bullrich, el Jefe de Gabinete, Marcos Peña; el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodriguez Larreta; el ministro de Medio Ambiente, el rabino Sergio Bergman; el secretario de derechos humanos de la Nación, Claudio Avruj, la titular de la Oficina Anticorrupción, Laura Alonso. Además, estuvo presente la embajadora de Israel en Argentina, Dorit Shavit; y la madre del fiscal Alberto Nisman, marcando 18 meses de su muerte.

El acto lo condujo la periodista Débora Plager, quien luego de un breve discurso introductorio dio lugar a la lectura de los nombres de las 85 víctimas. Luego de un minuto de silencio en memoria de las víctimas fatales, los sobrevivientes y sus familiares, el presidente de la AMIA, Ralph Thomas Saieg, se dirigió a los presentes.

"Hoy lunes 18 de julio, igual que hace 22 años, un día imborrable en la memoria de todos los argentinos”, empezó el discurso de Saieg. “Nosotros, los que no debemos ni queremos olvidar esa mañana de invierno que nos congeló el alma, ya convivimos con una generación que se hizo mayor de edad, pero que no había nacido cuando la bomba hizo estallar las historias de 85 personas cuya única culpa fue estar en este lugar como estamos todos nosotros ahora. Con ellos, los jóvenes que hoy son el presente y el futuro, tenemos la inmensa ​responsabilidad​de contar lo que pasó. Porque nos sigue pasando”, agregó. 

“Los terroristas que nos eligieron como blanco de su brazo asesino no preguntaron qué partido político nos cae más simpático o qué modelo económico está más cercano a nuestra postura ideológica. Simplemente quisieron destruir un emblema del trabajo solidario, como es la AMIA, ​y así herir el corazón de todos los argentinos”, enfatizó y remarcó que, con la asunción del nuevo gobierno que asumió en diciembre del año pasado, “los primeros gestos frente a la causa fueron realmente positivos”. 

Recibimos con satisfacción la decisión de que el Memorándum de entendimiento con Irán quedaba sin efecto, porque siempre creímos y dijimos que era un instrumento inútil ​ para el propósito que en teoría perseguía.”

De igual manera, “les pedimos al titular de la Unidad AMIA, Mario Cimadevilla, y al Ministro de Justicia, Germán Garavano, que la causa sea una prioridad de Estado.“

Por último, Saieg recordó que la fecha coincide con los 18 meses de la muerte del fiscal Alberto Nisman, remarcando que es una “vergüenza ​que nada menos que un Fiscal de la Nación, a pocas horas de tener que ir a hablar frente al Congreso, aparece sin vida en una situación absolutamente extraña y después de 18 meses la Justicia argentina ha sido incapaz de ofrecer una respuesta sobre qué fue lo que sucedió. “

Otro de los oradores que fue Gerardo Young, periodista que cubrió los acontecimientos del atentado desde 1994 hasta la fecha, quien brindó datos que pocos conocían del momento del ataque. 

“El atentado a la AMIA es un símbolo de las cosas que nos cuesta aprender a los argentinos, que no aprenden de sus errores. La justicia tiene la misión de darnos paz, pero eso no pasa. Hay una idea vaga de lo que fue el atentado.”, expresó.

"El atentado cambió nuestra geografía. Nos recordó que la locura no tiene fronteras. “Nos trajo miedos, nos trajo miedo anteriores y de los que van a venir ¿Seguimos siendo los mismos después de ese 18 de julio? Seguro que no. Es una marca generacional , es una marca cultural", concluyó.

En el acto también se recordó y rindió homenaje al fiscal Alberto Nisman a 18 meses de su muerte, que hasta la fecha no logró esclarecerse. Ante este hecho, Sofía Guterman, madre de Andrea, una de las víctimas fatales del atentado, dijo: "Hoy se cumple un año y medio de la muerte violenta del fiscal Nisman, la muerte política más importante de la democracia”, y agregó que hubo mucha “inhumanidad contra Nisman tras su muerte”, por parte de funcionarios del gobierno anterior.

Guterman fue muy crítica con los gobiernos que pasaron en estos 22 años por la falta de justicia.

"85 víctimas inocentes conocieron el sonido que hacía la vida cuando se marchaba. Viajaron a un último viaje jamás planeado. Les arrebataron la creencia de que la vida es una fuente de maravillosas promesas", subrayó Guterman al comienzo de su discurso para luego agregar con dureza que "hace 22 años que están muertos y sus verdugos están libres. Cuando la Justicia está ensangrentada no es justicia, es corrupción". 

"Los familiares de la víctimas no pensamos aplaudir a ningún poderoso. Es hora de que prometan menos y resuelvan más. La politización de la causa AMIA fue el principal cáncer que carcomió la investigación y la dejó casi moribunda. La desunión estimula al verdugo. Los argentinos rechazamos la violencia, el terrorismo y la corrupción. Esclarecer el atentado de AMIA es cuestión de Estado. La justicia que se merecen está tan muerta como ellos.", expresó con dureza a los dirigentes que estuvieron presentes en el acto.

"Ojalá que en el próximo aniversario podamos gritar ‘se pudo hacer justicia, se terminó la impunidad’. Que así sea, amén", finalizó.