“Fuera la guerra del mundo y de la historia; no a líderes políticos arrogantes”

“Fuera la guerra del mundo y de la historia; no a líderes políticos arrogantes”

El Papa recibió a los miembros de la asociación “Golondrinas - Ciudadela de la Paz”: «muchos jóvenes bloqueados por culturas envenenadas por el dolor y por el odio», hay que ayudarlos a «derribar los muros»

«Debemos cancelar definitivamente la guerra del planeta y de la historia de la humanidad». Ese que parece un desafío imposible, para el Papa Francisco es un objetivo posible si se lleva a cabo «con el esfuerzo de todos». Sobre todo de los jóvenes, a menudo «bloqueados en culturas envenenadas por el dolor y por el odio», que saben ser ayudados para que superen estos muros de enemistad aparentemente indestructibles.  

 

En este sentido la organización “Golondrinas - Ciudadela de la Paz” (que nació en 1988 siguiendo la inspiración de Banco Vaccari) ofrece una gran aportación, con su compromiso en desafíos globales como el de la reducción de los conflictos armados que dañan al planeta. Lo hacen partiendo “desde abajo”, es decir con las personas como individuos (principalmente con los jóvenes), a las que se les explica que creer que el otro sea un enemigo no es más que un «engaño». 

 

En este vigésimo aniversario, los miembros de la asociación (que se reunieron con el cardenal Secretario de Estado Pietro Parolin y con el cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede) fueron recibidos hoy por la mañana en el Vaticano por el Papa Francisco. Iban acompañados por el cardenal Gualterio Bassetti, presidente de la Conferencia Episcopal de Italia, que siempre ha estado muy cerca de estas realidades, en las que, como recordó Vaccari, ha reconocido «el perfume de Giorgio La Pira». 

 

Participaron en la audiencia de hoy en la sala Clementina algunos chicos de «países que son escenario de conflictos que han degenerado en varias formas de violencia y guerra» que viven con las Golondrinas la experiencia de los estudios en el extranjero, pero también estaban un joven israelí y una joven palestina que intervinieron para dar inicio a la campaña “Leader for Peace”, que pretende promover el llamado que el próximo 10 de diciembre los socios de Golondrinas llevarán a la sede de las Naciones Unidas de Nueva York, en ocasión del 70 aniversario de la Declaración universal de los derechos del hombre. Una iniciativa que pretende ilustrar la experiencia que la asociación ha desarrollado en estos veinte años de actividad (el llamado “método Golondrinas”, que ha sido también estudiado a nivel académico) en la promoción del diálogo y en la transformación creativa de los conflictos. 

 

Jorge Mario Bergoglio aseguró su absoluto apoyo al proyecto: «Escuchar a una joven palestina y a un joven israelí que juntos piden que los gobiernos del mundo den un paso para que pueda volver a abrir el futuro, pasando el costo de un arma del presupuesto de la defensa al presupuesto de la educación para formar un líder de paz, ¡es algo raro y luminoso!», exclamó. «¿Cómo se podría no estar de acuerdo? Pero nosotros, los adultos, no podemos salir del paso solo con un “¡Muy bien, chicos!”. Siento el deber de dar todo mi apoyo, mi simpatía y mi bendición». 

 

Francisco también elogió la obra de la asociación que ofrece alojamiento a jóvenes que, «en diferentes partes del mundo, viven bloqueados en culturas envenenadas por el dolor y por el odio, y ofrecerles un audaz desafío: verificar personalmente si el otro, aquel o aquella que está más allá de una frontera cerrada, de una valla o de muros insuperables, es de verdad eso que todos dicen: un enemigo». Con el método afinado en estas dos décadas, muchos jóvenes han sido arrancados de «este engaño» y han sido entregados de nuevo «a su pueblo» para un «pleno desarrollo espiritual, moral, cultural y civil». «Jóvenes generosos que, sin culpas, nacieron con el peso de los fracasos de las generaciones anteriores», anotó el Papa. 

 

Francisco también se refirió en su discurso a las «dos grandes raíces espirituales» en las que se basa la asociación: san Francisco de Asís y san Romualdo, fundador de Camaldoli. «¡Escogieron bien! También yo, cuando escogí el nombre de Francisco, estaba pensando en los pobres y en la paz», recordó. 

 

Después el Papa lanzó una dura denuncia: «La pobreza (en sentido negativo) y la guerra están vinculadas en un círculo vicioso que mata a las personas, alimenta sufrimientos indecibles y esparce un odio que no se detiene». Al dedicarse a los jóvenes, Golondrinas se compromete en el combate contra «la pobreza» y en la construcción de la «paz, como obra de justicia y de amor. Una acción —subrayó Francisco— que alimenta la esperanza y pone la confianza en el hombre, sobre todo en los jóvenes». 

 

Una acción que va de la mano con el mensaje que el Papa presentará el próximo primero de enero de 2019, para la próxima Jornada Mundial de la Paz, sobre el tema “La buena política está al servicio de la paz”. En él, reveló Bergoglio, «insisto en que la responsabilidad política pertenece a cada ciudadano, en particular a quien recibió el mandato de proteger y gobernar. Esta misión consiste en salvaguardar el derecho y en animar el diálogo entre los actores de la sociedad, entre las generaciones y las culturas», y también «entre las partes en conflicto», porque «solamente en el diálogo se crea la confianza». 

 

El Papa Francisco citó la “Pacem in Terris” de San Juan XXIII, para afirmar que «cuando el ser humano es respetado en sus derechos fundamentales germina en él el sentido del deber de respetar los derechos ajenos. Los derechos y los deberes aumentan la conciencia de pertenecer a una misma comunidad, con los demás y con Dios». Por lo tanto, todos estamos llamados «a llevar y anunciar la paz como la buena noticia de un futuro en el que cada ser vivo sea considerado en su dignidad y en sus derechos». 

 

El Papa, al final, se dirigió a los jóvenes de la asociación: «decidieron encontrarse cuando todo a su alrededor y dentro de ustedes decía: ¿por qué? ¿Para qué sirve? ¿Será correcto? Y, después de dos años de formación en Golondrinas, derramaron sus sentimientos, sus pensamientos, hicieron que naciera la confianza recíproca y ahora están listos para tener responsabilidades profesionales, civiles y políticas por el bien de sus pueblos. ¡Ustedes ya son esos jóvenes líderes que en el Llamado piden que los Estados y los pueblos se comprometan a formar juntos!». 

 

«Nos pedirán que nos sumemos a su Llamado. Por mi parte, lo haré», aseguró Bergoglio, y pidió que «los jefes de Estado y de gobierno hagan lo mismo». Que la voz de los jóvenes de Golondrinas, «débil, pero fuerte con la esperanza y con la valentía de la juventud», pidió Bergoglio, sea escuchada «el próximo 10 de diciembre en las Naciones Unidas. Se necesitan líderes con una nueva mentalidad. No son líderes de paz esos políticos que no saben dialogar: un líder que no se esfuerza para ir al encuentro del “enemigo”, para sentarse con él en la mesa como hacen ustedes, no puede conducir al propio pueblo hacia la paz». 

 

Para hacer esto se necesita «humildad y no arrogancia», insistió el Papa Francisco. Requisitos exigidos a todos los líderes que gobiernan y también a los ciudadanos. «La paz, efectivamente, es responsabilidad de cada uno», recodó, y «con los esfuerzos de todos debemos cancelar definitivamente la guerra del planeta y de la historia de la humanidad». Y ates de despedirse, el Papa aconsejó: «ustedes han superado las barreras más duras, las que están dentro de ustedes mismos, disolviendo el engaño del enemigo, y se han sorprendido de ustedes mismos cuando volvieron a abrir las fronteras bloqueadas por las guerras. Nunca pierdan la sorpresa ni la humildad». 

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