El Papa Francisco volvió ayer a subrayar que no descarta una mediación vaticana entre el gobierno y la oposición en Venezuela, admitió que “hubo contactos”, aunque aclaró que no estaba al tanto de los últimos detalles.

Fue durante la rueda de prensa que ofreció en el vuelo de regreso a Roma tras su visita a Polonia. Al ser consultado sobre el tema, dijo que había surgido recientemente la posibilidad de “un eventual encuentro con las condiciones de estos casos. Creo que el grupo de la mediación (integrado por tres ex presidentes de España, Panamá y Dominicana) y no sé si el gobierno también quieren que se sume un representante de la Santa Sede. Era lo que sabía cuando salí de Roma. Pero no estoy seguro”, afirmó.

Días atrás, el vocero papal saliente, Francisco Lombardi, había manifestado la disposición vaticana a la mediación. La oposición venezolana y luego –muy a regañadientes– el gobierno, verbalmente, pidieron que el Vaticano participe de las conversaciones con el fin de que la intervención de Francisco permita sacarlas del pantano. Pero el Vaticano, según dijo este fin de semana a Clarín su secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin, quiere que el gobierno de Nicolás Maduro le haga el pedido formal. Uno de los problemas de la demora en hacerlo sería que la Santa Sede querría que el referéndum revocatorio se haga lo antes posible, cosa a la que el presidente se resiste.

Ante otra pregunta, el Papa defendió enfáticamente el carácter pacífico del islam. “No es justo y verdadero identificar al islam con la violencia”, dijo al ser consultado sobre el reciente asesinato de un sacerdote en una iglesia de Francia por dos jóvenes que se decían islámicos y frecuente matanza de cristianos en Medio Oriente a manos de grupos como ISIS.

“A mí –afirmó- no me gusta hablar de violencia islámica porque todos los días hojeo el diario y veo violencia aquí en Italia. Uno que mató a la novia, otro que mató a la suegra y son católicos bautizados, católicos violentos. Si yo hablo de violencia islámica, tengo que hablar de violencia católica, pero no todos los islámicos son violentos”. En ese sentido, afirmó que la organización ISIS, “que se proclama islámica, es un grupo fundamentalista violento, pero no es verdad ni es justo decir que el islam es terrorista”. Recordó que hace una semanas se reunió con el gran imán de los sunitas y señaló: “Sé como piensan ellos: buscan la paz, el encuentro”.

Por lo demás, Francisco dijo que “todavía no tengo clara” la situación en Turquía tras el fallido golpe de Estado y las severas represalias que tomó el gobierno del presidente Erdogan. Con todo, señaló que cuando lo tenga claro se va a pronunciar “más allá de cómo pueda caer en Turquía como ustedes ya lo comprobaron”, en implícita alusión a su condena del genocidio armenio que Ankara no reconoce.

Finalmente se refirió a las acusaciones de abuso que pesan contra el superministro de Economía del Vaticano, George Pell. “Las primeras noticias eran confusas, noticias de hace 40 años que ni siquiera la policía tomó en consideración”, dijo. “Después –agregó–, todas las denuncias se enviaron a la justicia”. Luego, concluyó: “Una vez que la justicia hable, hablaré yo”.