Francisco: “No refugiarse en esquemas mundanos que quitan libertad”

Francisco: “No refugiarse en esquemas mundanos que quitan libertad”

El Papa en Santa Marta invitó a caminar hacia la «santidad», que «no es tener visiones y oraciones elevadísimas» o «la cara de estampita», sino simplemente «vivir como cristianos»

Volvió a poner en guardia frente a las falsas ilusiones del mundo. El Papa Francisco en la misa matutina de hoy en Santa Marta retomó lo que había dicho ayer sobre los «pedacitos de dulce vida», para referirse a los «esquemas» mundanos en los que se refugian las personas durante los momentos de prueba que «te permiten todo y no te dan nada» y, al final, incluso llegan a quitar la «libertad». 

  

El Papa, pues invitó, según indicó Vatican News, a ponerse en camino hacia «la santidad» que, cuidado, no es lo que pensamos comúnmente: «Nosotros pensamos en la santidad como algo extraordinario, como tener visiones o tener oraciones elevadísimas… o algunos piensan que ser santo significa tener cara de estampita… ¡No!», dijo durante su homilía. Ser santos es algo diferente, es lo que explica Pedro en su carta, la primera Lectura de hoy: «Pongan toda su esperanza en la gracia que recibirán cuando se manifieste Jesucristo». 

  

«Caminar hacia la santidad» consiste, por lo tanto, en caminar hacia aquella gracia que nos viene al encuentro, caminar hacia la esperanza, estar en tensión hacia el encuentro con Jesucristo. Es como cuando se camina hacia la luz: muchas veces no se ve bien el camino porque la luz nos encandila. «Pero no nos equivocamos – nota el Papa – porque vemos la luz y sabemos el camino». Cuando, por el contrario, se camina con la luz a la espalda, se ve bien el camino: «en realidad, sin embargo, ante nosotros hay sombra, no luz». 

  

  

Para caminar hacia la santidad es necesario «ser libres y sentirse libres». El Papa advirtió, sin embargo, que hay muchas cosas que nos esclavizan. Por esto Pedro exhorta a no conformarse a los deseos de un tiempo «cuando vivían en la ignorancia». También Pablo en la Primera Carta a los Romanos dice: «No se conformen», lo que significa, «no entren en los esquemas». «Esta es la traducción correcta de estos consejos –afirmó Francisco–: no entren en los esquemas del mundo, no entren en los esquemas, en el modo de pensar mundano, en el modo de pensar y de juzgar que te ofrece el mundo, porque esto te quita la libertad”. Y para caminar sobre la santidad, es necesario ser libres: la libertad de ir mirando hacia la luz, de ir hacia adelante. Y cuando nosotros regresamos, como dice aquí, al modo de vivir que teníamos antes del encuentro con Jesucristo, o cuando volvemos a los esquemas del mundo, perdemos la libertad». 

  

  

  

  

  

En el Libro del Éxodo se ve, de hecho, cómo muchas veces el Pueblo de Dios no ha querido mirar hacia adelante, hacia la salvación, sino volver hacia atrás. Se lamentaban e «imaginaban la vida bella que pasaban en Egipto», donde comían cebollas y carne, recordó Francisco. «En los momentos de dificultad, el pueblo vuelve retrocede», «pierde la libertad»: es verdad que comían cosas buenas, pero en «el comedor de la esclavitud». 

  

En los momentos de prueba, nosotros siempre tenemos la tentación de mirar hacia atrás, de mirar los esquemas del mundo, los esquemas que teníamos antes de iniciar el camino de la salvación: sin libertad. Y sin libertad no se puede ser santos. La libertad es la condición para poder caminar viendo la luz adelante. No entrar en los esquemas de la mundanidad: caminar hacia adelante, mirando la luz que es la promesa, en esperanza; ésta es aquella promesa como pueblo de Dios en el desierto: cuando miraban adelante iban bien; cuando sentían nostalgia porque no podían comer las cosas buenas que les daban allí, se equivocaban y olvidaban que allí no tenían libertad. 

  

El Señor, por lo tanto, llama a la santidad de todos los días. Y, según Francisco, existen dos parámetros para saber si estamos en camino hacia la santidad: primero que todo, si miramos hacia la luz del Señor con la esperanza de encontrarlo, y, luego, si cuando llegan las pruebas, miramos hacia adelante y no perdemos la libertad refugiándonos en los esquemas mundanos, que «te prometen todo y no te dan nada». «Sean santos porque yo soy Santo»: es el mandamiento del Señor. El Papa Francisco insistió en ello al finalizar su homilía, en la que también exhortó a pedir la gracia de entender bien qué cosa es el camino de la santidad: «camino de libertad pero en tensión de esperanza hacia el encuentro con Jesús». Y también, a entender bien qué es volver hacia los «esquemas mundanos que teníamos todos nosotros, antes del encuentro con Jesús». 

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