Francisco se reencontró con el obispo Oscar Ojea, presidente del Episcopado

Francisco se reencontró con el obispo Oscar Ojea, presidente del Episcopado

Los obispos que conducen la Conferencia Episcopal Argentina y se encuentran en el Vaticano concelebraron ayer, junto con el papa Francisco, la tradicional misa matutina de Santa Marta.

por Elisabetta Piqué

Con paramentos verdes, el presidente del Episcopado y obispo de San Isidro, Oscar Ojea; el vicepresidente primero y arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Poli; el vicepresidente segundo y obispo de La Rioja, Marcelo Colombo, y el secretario general y obispo de Chascomús, Carlos Malfa, acompañaron a su compatriota desde la primera fila en la pequeña capilla de la residencia del Papa.

En la homilía, inspirado en el Evangelio del día, el exarzobispo de Buenos Aires reflexionó sobre la muerte y cómo pensar en ella salva de la ilusión de sentirse dueños del tiempo, según informó Vatican Media. "Yo no soy dueño del tiempo y repetir esto ayuda", aconsejó Francisco, quien explicó que esto "nos salva de esa ilusión del momento, de tomar la vida como una cadena de anillos de momentos que no tiene sentido". Llamó a considerar que "la muerte es una herencia", no material, sino testimonial, y pidió preguntarse: "¿Qué herencia [dejo] si Dios me llama hoy? ¿Qué herencia dejaré como testimonio de vida?".

Terminada la misa, Francisco saludó en la puerta de la capilla, muy afectuosamente, a los cuatro obispos argentinos, uno por uno. Volverá a verlos mañana cuando los reciba en audiencia oficial en la Biblioteca Privada del Palacio Apostólico, en un "encuentro fraterno, con agenda abierta".

La cúpula del Episcopado viajó a Roma para mantener reuniones en los varios dicasterios (ministerios) del Vaticano, una práctica consolidada que tiene como fin que haya un buen diálogo e intercambio de información entre la administración central y los episcopados.

Después de la misa con el Papa, los obispos se reunieron con el cardenal italiano Lorenzo Baldisseri, titular de la Secretaría del Sínodo de Obispos, que prepara para octubre un novedoso Sínodo sobre los Jóvenes. Luego visitaron la Pontificia Comisión para América Latina y la Congregación para los Obispos, que maneja el cardenal canadiense Marc Ouellet, entre otros organismos. "Quedamos muy bien impresionados por la capacidad de escucha de los cardenales y de los equipos, con la cordialidad con la que nos recibieron y la libertad con la que pudimos plantear las distintas cuestiones", contó monseñor Malfa a LA NACION.

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